
Imagina que cada hora de voluntariado en tu empresa o cada actividad de alimentación saludables que practiques contribuyera directamente a tu ahorro para la jubilación. Ambas actividades se incluirían en las denominadas mochilas previsionales, una innovadora herramienta de ahorro financiada por los propios empleadores que está vinculada a la participación de sus empleados en programas corporativos de voluntariado y al desarrollo de actividades de impacto social y bienestar personal, como son el deporte o comer productos healthy.
Esta novedosa herramienta de ahorro funciona como un fondo de ahorro tradicional, pero su mayor diferencia se encuentra en que ese ahorro complementario depende del grado de compromiso de cada empleado en el desarrollo de este tipo de actividades que se enmarcan dentro de os programas integrales de salud y bienestar (wellbeing) que algunas compañías ya empiezan a ofrecer.
5.000 pasos al día o platos con etiqueta saludable
Las mochilas previsionales se vinculan a actividades concretas mediante las que se puede conseguir este ahorro, denominado 'conductual' por su llamada a la acción. Por tanto, el grado de compromiso del empleado, y por ende el aporte a su mochila, depende directamente de la realización de estas actividades, que podrían ser de tres posibles tipologías.
La primera, engloba las prácticas de voluntariado. El empleado podrá realizar cualquiera de las actividades de voluntariado corporativo ofrecidas por la empresa, y por cada actividad de voluntariado realizada, recibiría un importe determinado de aportación en su mochila. Por ejemplo, 8€ por cada jornada de voluntariado, con una aportación máxima anual acumulable de 300€, que se lograrían, sin sumar otras actividades, con un total de 37 jornadas.
La segunda se refiere el ejercicio físico. Por ejemplo, si el empleado realizase 5.000 o 10.000 pasos de la forma que prefiera, tanto andando como corriendo, recibiría en su mochila 0,65€ en el primer caso y 1 euro en el segundo. Además, se podría valorar la convalidación de actividades en bicicleta o entrenamientos en gimnasios, a criterio del programa wellbeing de la compañía.
La tercera categoría de actividad es la alimentación saludable. En las cafeterías situadas en los centros de trabajo, la aportación por cada plato etiquetado por el área corporativa competente como saludable podría ser, por ejemplo, de 20 céntimos. En cuanto a las comidas fuera de la empresa, podrían establecerse acuerdos (directamente el empleador o bien a través del proveedor que gestione el programa de mochila) con diferentes restaurantes o centros de alimentación, con el fin de identificar esos platos más beneficiosos para la salud y establecer un sistema de puntos para la contribución a la mochila.
Este sistema de puntos sería equivalente a todas las actividades anteriormente mencionadas, y su monitoreo por parte de las empresas se llevaría a cabo a través de una app móvil.
Beneficios para los empleados, las empresas y la sociedad
La implementación de estas mochilas de ahorro previsionales supone un triple beneficio. En primer lugar, para los empleados, pero, también, para las empresas y el resto de la sociedad.
Los empleados fortalecen su seguridad financiera durante su jubilación, a la vez que desarrollan hábitos saludables que mejorar su salud y llevan a cabo actividades solidarias, que suponen un beneficio directo a la sociedad. Las empresas refuerzan su estrategia de bienestar laboral y su responsabilidad social corporativa, fidelizando y motivando a su talento a través de la conexión emocional con los valores de la compañía. Por último, se fomenta un mayor compromiso con el desarrollo social y el bienestar comunitario, generando impactos positivos más allá del ámbito empresarial.
Y… ¿a qué tipo de producto de ahorro van a parar esas aportaciones?
Cada contribución generada a través de este sistema de puntos se acumula en un plan de ahorro, y podría instrumentarse de dos formas, como un compromiso por pensiones, instrumentado a través de un vehículo de previsión social empresarial, como un seguro colectivo de Ahorro Jubilación o un plan de Pensiones de Empleo que ya hubiera promovido previamente la compañía; o como una retribución dineraria adicional, a través de una mediación administrativa por parte de la empresa, que realizaría la aportación en nombre del empleado a un producto de previsión social individual, como un seguro de ahorro individual Unit linked o un plan de pensiones Individual.
Además, estas mochilas previsionales se podrían financiar con otras fuentes de ahorro complementarias como un Programa de Pensiones a través del Consumo, utilizando las aplicaciones y plataformas de un proveedor de estos servicios. En este caso, su dotación no sería propiamente realizada por el empleador, si no por el propio empleado y por las entidades afiliadas al Programa de Pensiones a través del consumo.
En resumen, alternativas novedosas que permitirán obtener unos ingresos complementarios a nuestra pensión pública durante nuestra jubilación futura, aprovechando un compromiso personal con nuestro entorno y con nuestra propia salud y bienestar personal.