
El negocio de banca privada y asesorada sigue la senda de crecimiento en España, tras la apuesta realizada por el sector en este nicho desde hace tres años. En concreto, este área muestra un crecimiento conjunto del 18% en el patrimonio total gestionado en el último ejercicio, lo que se traduce en un alza de 132.000 millones, dando como resultado un total de 858.234 millones.
Una cifra que supera, y por mucho, las cuantías depositadas en fondos de inversión a cierre del pasado año, que se quedan en poco más de 500.000 millones. Pese a que todo el sector se ha lanzado hacia la captación de las grandes fortunas, la realidad es que ello no ha provocado importantes cambios en el ranking de entidades.
De hecho, Santander, CaixaBank y BBVA captan casi el 55% de este negocio (471.696 millones), mientras que el resto de firmas se reparten el 45% restante (386.538 millones). Esto evidencia la adecuada oferta comercial de estas firmas y, también, el interés de los clientes de altos patrimonios de contar con los bancos españoles de mayor tamaño.
Pese a ello, el esfuerzo de todo el sector por atraer a los mal llamados "ricos" se antoja una estrategia adecuada. La razón reside en que este tipo de clientes son los más rentables para las entidades, ya que optan por productos que están fuera del balance de los bancos (fondos de inversión, planes de pensiones o carteras gestionadas), que son menos dependientes de la política monetaria. Esto convierte a este tipo de vehículos en más provechosos para las entidades que, por ejemplo, los depósitos. Todo ello evidencia que el interés del sector por impulsar su negocio de banca privada y asesorada es un paso en la buena dirección para elevar sus ratios de rentabilidad del capital (ROE).