
La prestación contributiva de paro ya supera de media los 1.000 euros en términos brutos. Traspasó dicha barrera el pasado mes de diciembre por primera vez en la historia y en el arranque del año se produjo un nuevo avance hasta los 1.019,8 euros. Evidentemente uno de los motivos que eleva la nómina retributiva para los desempleados responde al incremento de los salarios.
Como consecuencia de ello, el aumento del gasto destinado a cubrir estas ayudas se elevó un 8,5% en enero, mientras que el aumento de los beneficiarios de la prestación lo hizo un 5,1% respecto a 2024. Esto refleja que los sueldos de los profesionales que se quedan en paro son más elevados que en años anteriores, a raíz de las revisiones pactadas tras la crisis de la inflación de 2022. No obstante, el Gobierno también ha contribuido con sus propias medidas políticas a que los parados cobren más.
Primero a través de los últimos incrementos del Salario Mínimo. Pero también con la modificación del porcentaje de la base reguladora (media del salario cotizado durante los últimos seis meses). Esta proporción estaba situada en el 50% desde el año 2012, pero el departamento de Yolanda Díaz lo elevó al 70% durante los primeros seis meses en los que se percibe la prestación y al 60% para el periodo restante, hasta alcanzar el límite de dos años.
Por si fuera poco, en los últimos también han crecido las cotizaciones como consecuencia de la última reforma de pensiones. Todo ello ha contribuido a elevar el presupuesto destinado a cubrir la nómina de los parados. Un aumento con el que quizá se puedan ganar algunos votos, pero que es un medida equivocada ya que desincentiva la búsqueda de empleo por parte de los propios parados.