
La Comisión Europea ha presentado las líneas maestras de su plan para elevar el gasto en Defensa. El objetivo es movilizar 800.000 millones para gasto militar. De esa cifra, 150.000 millones serán préstamos de la UE, pero los 650.000 millones restantes deberán ser financiados por los Estados miembro.
Es cierto que Bruselas planea suspender las reglas fiscales para Defensa por lo que el aumento del gasto no computará como déficit para los países. Pero también es verdad que la cifra engordará la deuda de los miembros de la UE. Esto podría impulsar los primas de riesgo, lo que supone un riesgo a la hora de acudir a los mercados en busca de financiación. Un peligro que sería aún mayor en países altamente endeudados como Italia, Francia, Grecia y, también, España.