
Iberdrola y Endesa se manifiestan a favor de prolongar la vida de las nucleares y reclaman diálogo al Gobierno. Echan así por tierra la versión del Ejecutivo que 'vendía' que era el propio sector el que no quería continuar con las centrales. La realidad es que tanto Iberdrola como Endesa están dispuestas a mantener activos los reactores siempre y cuando se ponga fin a la abusiva fiscalidad, que provoca que las centrales no sean rentables.
Una petición comprensible que el Ejecutivo debería escuchar habida cuenta de que la carga impositiva se ha elevado un 70% en los últimos 5 años. Negarse a ello y mantener la hoja de ruta de cierre de plantas atómicas supone un riesgo para el suministro eléctrico, ya que las nucleares actúan como soporte frente a la intermitencia de las renovables.