
La transformación digital del sector inmobiliario ha dado pasos de gigante en los últimos años, pero aún le queda un largo camino por recorrer. En el caso concreto del ecosistema proptech, algunas de las tendencias que marcarán este curso pasan por la colaboración entre startups y grandes compañías, la adopción de inteligencia artificial o el crecimiento de modelos de negocio basados en eficiencia y sostenibilidad, entre otras.
Según el informe Análisis y perspectivas del mercado proptech en España 2024, el 44,1% de las proptech españolas trabajan bajo un modelo B2B, ofreciendo sus servicios a empresas del sector, mientras que el 29,4% operan bajo un modelo B2B2C y solo el 26,5% se centran en el consumidor final. Esto nos muestra que la digitalización está impactando no solo a los compradores, sino también a promotoras, agencias y entidades financieras.
A pesar de la aceleración en la adopción de tecnología, la mayor parte de las startups del sector sigue en fase de consolidación: el 57,1% de las proptech facturan menos de 500.000 euros al año y el 54,3% tienen menos de 10 empleados. Para el futuro más cercano, sin embargo, prevemos un crecimiento sostenido, con más del 73% de estas empresas aumentando sus plantillas y diversificando sus servicios.
El año 2025 será testigo de una mayor colaboración entre las startups proptech y las compañías inmobiliarias tradicionales. La mayoría de las empresas tecnológicas ya consideran que esta sinergia será el principal motor de crecimiento del sector, mientras que las inmobiliarias convencionales integrarán soluciones proptech para optimizar su operativa.
La necesidad de reducir tiempos de gestión, mejorar la experiencia del cliente y aprovechar el potencial de los datos ha llevado a muchas empresas tradicionales a buscar alianzas estratégicas con startups que ofrecen tecnología avanzada en automatización de procesos, gestión de activos y comercialización.
Otro de los puntos clave en la evolución del proptech será la consolidación de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial (IA), el machine learning y el blockchain. El uso de IA generativa permitirá personalizar la búsqueda de viviendas, mejorar la segmentación de clientes y automatizar tasaciones inmobiliarias con mayor precisión. Por otro lado, el blockchain promete agilizar las transacciones y aportar mayor seguridad a las operaciones de compraventa, mientras que la realidad virtual está redefiniendo la forma en que los usuarios visitan y experimentan los inmuebles antes de adquirirlos.
La sostenibilidad es otro de los pilares de esta nueva era. Y es que las startups tecnológicas y las inmobiliarias tradicionales están implementando soluciones para mejorar la eficiencia energética de los inmuebles y reducir su impacto ambiental. El desarrollo de edificios inteligentes con consumo energético optimizado, la construcción modular con materiales reciclables y la integración de sensores IoT para la gestión de recursos son algunas de las tendencias que veremos en el sector proptech en 2025. En lo que respecta a los retos, podemos destacar la falta de digitalización en las pequeñas y medianas inmobiliarias, donde la resistencia al cambio y la falta de inversión en tecnología ralentizan su adaptación.
No obstante, el acceso a financiación sigue siendo un obstáculo para muchas startups del sector, a las cifras me remito: muchas de estas empresas siguen en una fase de desarrollo inicial con ingresos limitados, lo que dificulta su escalabilidad. Por otro lado, la regulación también jugará un papel fundamental en el desarrollo del sector, especialmente en lo que respecta a la aplicación del blockchain en contratos inmobiliarios, la protección de datos en plataformas digitales y la normativa sobre sostenibilidad en la construcción.
Llegados a este punto, el sector proptech en España ha demostrado su capacidad de adaptación y resiliencia en los últimos años, y el 2025 será un punto de inflexión en su desarrollo. La integración de tecnología avanzada, la colaboración entre startups e inmobiliarias tradicionales y la apuesta por la sostenibilidad marcarán el rumbo del sector en los próximos años. Las empresas que apuesten por la digitalización y la innovación estarán mejor posicionadas para liderar esta transformación, optimizar sus procesos y ofrecer un valor diferencial en un mercado cada vez más competitivo.