Madrid
A medida que avanzamos hacia una economía digital y sostenible, donde la tecnología, la sostenibilidad y la innovación son la piedra angular de nuestra sociedad, las vocaciones STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) se presentan como el faro que guía a las futuras generaciones hacia un horizonte lleno de oportunidades.
Sin embargo, este tipo de vocaciones siguen siendo predominantemente masculinas. La falta de referentes femeninos en puestos de alta dirección es uno de los desafíos más importantes. Cuando las niñas crecen sin ver a mujeres en roles de liderazgo, tienden a cuestionar su capacidad de llegar allí. Esto se ve reflejado en la escasa presencia de mujeres en puestos ejecutivos, sobre todo en industrias como la energía, la movilidad eléctrica y la tecnología, donde he tenido el privilegio de desempeñar funciones directivas.
El reto radica en transformar la narrativa que rodea a las vocaciones STEM. Necesitamos impulsar iniciativas que promuevan no sólo la educación técnica, sino el desarrollo de habilidades blandas, como la comunicación, la empatía y el trabajo en equipo, esenciales en cualquier entorno empresarial. Programas educativos innovadores, que integren el aprendizaje práctico y el emprendimiento, con mentores y modelos a seguir, pueden inspirar a las jóvenes a perseguir sus pasiones sin límites. Además, las plataformas digitales han abierto un abanico de posibilidades sin precedentes para el emprendimiento.
Las mujeres pueden crear sus propias startups, transformar ideas en realidades y, al mismo tiempo, convertirse en líderes en sus comunidades. Si las pequeñas emprendedoras encuentran apoyo y recursos, sus proyectos no sólo prosperarán, también contribuirán a una economía más inclusiva y sostenible. Contar con un entorno que celebre y promueva las vocaciones STEM y el emprendimiento en estos sectores es vital para fomentar la igualdad de oportunidades en función del talento y el rendimiento, y propiciar un liderazgo femenino fuerte y presente en estos campos.
Motivar a niñas y jóvenes para que sueñen en grande y asuman la responsabilidad de cambiar el mundo desde puestos de liderazgo en STEM es una tarea que nos compete a todos.
