Firmado por: Marta Sáez Achaerandio, chief Transformation Officer OMG
Hace un año, si me hubieran planteado esta misma pregunta, la respuesta habría girado en torno a cómo la IA comenzaba a destacar en la automatización de tareas, la personalización masiva de experiencias y la optimización de procesos, dando paso a una nueva era de eficiencia, precisión y creatividad en marketing y comunicación.
Pero hoy, en enero de 2025, tras haber sido testigos del contenido más innovador en el CES, el mayor evento de tecnología a nivel mundial celebrado en Las Vegas, donde OMG tuvo una presencia destacada, debo decir que el término "transformación" se queda corto. Lo que estamos viviendo es un auténtico punto de inflexión en la publicidad, probablemente uno de los más grandes de la historia.
Como ocurre en todas las revoluciones tecnológicas, las personas son el centro del cambio. La IA generativa está alterando profundamente la forma en que interactuamos con las marcas. Desde la manera en que navegamos por internet, buscamos contenido (lo que marca el fin de las búsquedas basadas en clics a enlaces), hasta cómo nos informamos y realizamos compras. Este cambio es radical, y las implicaciones para la publicidad son enormes.
En OMG, los sistemas avanzados de IA ya están presentes y, en el futuro cercano, serán un componente central de todo lo que hagamos. Estamos entrando en la "era de los agentes" o la "era de la agentificación", un futuro en el que los agentes y el talento humano trabajarán codo con codo, estrechamente integrados. Ya no hablaremos de agentes, sino de superagentes: tecnologías que se anticipan a nuestras necesidades incluso antes de que se produzca un prompt. Estos agentes no serán solo asistentes, sino verdaderos colaboradores en la toma de decisiones. Omni 3.0, nuestra plataforma tecnológica, es pionera en el diseño de estos superagentes que ya nos acompañan en la identificación de audiencias, la planificación, activación y optimización, y medición.
En este nuevo contexto, las decisiones publicitarias se tomarán de forma conjunta con la IA, lo que nos llevará a una transición de las campañas a ciclos continuos de marketing. Ya no trabajaremos de manera aislada; las plataformas estarán interconectadas de manera fluida, permitiendo que las campañas se activen y optimicen de manera autónoma. Los reportes tradicionales, estáticos y retrospectivos, serán reemplazados por inteligencia de datos en tiempo real, ofreciendo insights instantáneos para mejorar las estrategias.
Además, un dato provocador para reflexionar: en este nuevo escenario, haremos marketing "para bots", pues serán estos los que, a través de la interacción con sistemas automáticos y algoritmos, influirán en nuestras decisiones cotidianas.
Lo más fascinante de este proceso es que no se trata solo de tecnología. Es un desafío profundamente humano, un reto que obliga a los líderes y equipos a ser los primeros en entender y aprovechar todas las oportunidades que la IA ofrece. Esta es una llamada a abrazar el cambio, a fomentar la capacitación continua y a transformar la cultura y estructura organizacional para poder crecer y tener éxito en este nuevo mundo.