
Sin presupuestos no hay paraíso. Las organizaciones empresariales y sociales catalanas empiezan a asumir que 2025 será como 2024. Esto es, otro año en que la parálisis política impedirá que los dos grandes centros de poder, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, acometan las reformas que necesita Cataluña.
"Qui dia passa, any empeny", mencionaba ayer un dirigente de Cecot. La patronal quiso conjugar las perspectivas positivas a nivel macro con dificultades cotidianas como el absentismo y la burocracia. Su presidente, Xavier Panès, mostró un "optimismo moderado", si bien pidió a los políticos que se entiendan para abordar las problemáticas del tejido productivo.
Por la tarde, llegó el baño de realidad: Collboni prorrogará los presupuestos ante la imposibilidad de pactarlos con los comunes. El alcalde ni siquiera dejó la puerta abierta a la búsqueda de acuerdos con otras formaciones. Al otro lado de la plaza Sant Jaume, el PSC va asumiendo que tampoco podrá formalizar unas nuevas cuentas. En público, el partido no tira la toalla. En privado, los socialistas ya se hallan en la fase de aceptación.
La falta de presupuestos renovados impedirá no solo reestructurar las prioridades del gasto, sino que ralentizará o pospondrá grandes operaciones de obra pública. Las fuentes consultadas citan como ejemplo las infraestructuras hidráulicas prometidas durante la sequía o el macroplan de vivienda protegida del Govern. Gobernar vía decreto y transferencias de créditos da para lo que da, apuntan.
Otro proyecto que saldrá trasquilado será el Pacto Nacional por la Industria (PNI). Este año caduca el paquete de estímulos vigente, por lo que debería renovarse para el próximo cuatrienio. Sin nuevos presupuestos, será difícil que aumente la inversión de 3.270 millones de euros del actual PNI. Tampoco el tercer sector cree que en este contexto vayan a ver mejoradas las contribuciones públicas.
Mientras los partidos juegan al desgaste político o se borran de la ecuación, Cataluña se italianiza: la administración va por un lado y, la economía, por otro. "Por el momento vivimos de rentas, pero si miramos el PIB per cápita vemos que seguimos estancados. Si seguimos así, sin apoyar la industria, la empresa, sin potenciar los oficios... al final lo pagaremos", comentaba un empresario en el acto de Cecot. ¿Qué puede salir mal?
Y además...
1. Rubiralta, en las antípodas. Hace tiempo que el exconsejero delegado de Celsa, Francesc Rubiralta, tomó la decisión de trasladarse a Nueva Zelanda. El directivo hizo las maletas tras su amarga salida de la siderúrgica. Anteriormente ya había abandonado sus otras responsabilidades, entre ellas su puesto en la junta directiva del Cercle y la presidencia de la patronal europea del acero. En Nueva Zelanda, Rubiralta lleva una vida tranquila, alejada de los focos y rodeado de su familia. En Barcelona no habría conseguido ese ambiente de discreción y desahogo. Poner tierra de por medio fue lo mejor, apuntan fuentes cercanas.
2. Cita en El Palauet. El próximo 30 de enero, el hotel boutique de Barcelona acogerá el lanzamiento de una agencia de asuntos públicos resultante de la fusión entre 19N, Takticom y Think O'Clock. La nueva compañía pretende liderar su sector en Cataluña. Al acto acudirán el presidente Salvador Illa, así como los expresidentes Artur Mas y Pere Aragonès, además de otras autoridades.
3. Carlos Torres en Cataluña. El presidente de BBVA y de su fundación visitó ayer Barcelona para reafirmar su apoyo al Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) --cuyo director, por cierto, forma parte de la comisión ejecutiva de Barcelona Global--. Hacía meses que el banquero no se dejaba ver en Cataluña, donde el año pasado celebró varias minigiras para convencer al tejido asociativo y empresarial sobre las bondades de la opa al Sabadell. El objetivo: lanzar el mensaje de que BBVA también ausculta el latido de la sociedad catalana. Se esperan más visitas de este tipo.
4. Segundo tanto de Lideremos. Primero fue con la salud mental y, ahora, con la vivienda. El lobi juvenil presidido por Tomás Güell ha conseguido que sus propuestas para facilitar el acceso a la vivienda calen en el Gobierno, que ha incluido varias de sus medidas en el paquete recién anunciado. La plataforma de talento joven puede presumir de hechos, no solo palabras.