
El precio de los bonos a nivel mundial ha sufrido un abrupto descenso en las últimas semanas, lo que ha terminado de borrar todas las ganancias que se habían atesorado en renta fija el año pasado. Así, el Bloomberg Global Aggregate Index se deja un 3,1% en un solo mes.
Un descenso que se explica por las ventas de los inversores en deuda, lo que hunde el precio de los bonos al tiempo que impulsa su rentabilidad. Tanto es así que el cupón que ofrece la renta fija soberana a 10 años de EEUU, la referencia a nivel global, se ha elevado desde el 4,15% del pasado 6 de diciembre hasta el 4,67% actual.
Este comportamiento en el mercado secundario se debe en gran parte al efecto Trump. La vuelta del magnate a la Casa Blanca y el arranque de sus políticas inflacionarias ya recortan las expectativas de bajadas de tipos de la Fed en 2025, hasta el punto de retrasar a mayo el primer movimiento del banco central. Pero el impacto de Trump no se ciñe a EEUU.
La posible vuelta de los aranceles también elevarán el precio de los productos en otros países, lo que ya origina que el bono soberano francés esté en máximos de 14 meses y el británico haya tocado los niveles más altos de 2008. Este impulso en la rentabilidad a vencimiento de la deuda en la eurozona también evidencia que la expectativa de bajadas de tipos en Europa será más lenta de lo previsto inicialmente por el posible rebrote de la inflación.
De cara al inversor, todo lo anterior anticipa un año volátil en renta fija siendo el momento actual oportuno para comprar por los altos cupones que se ofrecen. Pero desde un punto de vista económico, un ciclo más limitado de rebajas en el precio del dinero supondrá un contexto menos favorable para impulsar el crecimiento.