
El año 2025 marcará un cambio significativo en el panorama de los planes de pensiones en España. Con la entrada en vigor del nuevo supuesto de rescate, los partícipes podrán recuperar aquellas aportaciones que cuenten con, al menos, 10 años de antigüedad. Este cambio amplía la liquidez de estos productos financieros, lo que podría ser percibido como una ventaja inmediata. Sin embargo, es recomendable recordar el propósito fundamental de los planes de pensiones: ser una herramienta de ahorro a largo plazo destinada a garantizar una jubilación tranquila y cómoda.
De hecho, los planes de pensiones están diseñados para ayudar a las personas a complementar las pensiones públicas de cara a la jubilación, una etapa vital en la que los ingresos suelen disminuir, mientras que las necesidades financieras pueden mantenerse o, incluso, aumentar. Los datos demográficos afirman que viviremos más y mejor, por lo que disponer de un ahorro significativo acumulado a lo largo de los años resulta crucial. Mantener e incrementar el ahorro en este tipo de vehículos, cobra aún más importancia teniendo en cuenta la incertidumbre alrededor de la configuración del sistema público de pensiones en el futuro.
Sin embargo, pueden surgir situaciones o necesidades en la que barajemos la posibilidad de recuperar anticipadamente el ahorro acumulado, para lo cual hemos de considerar bien los riesgos asociados. No podemos obviar que el rescate de un plan de pensiones antes de la jubilación tiene un impacto directo en la capacidad de generar rentabilidad futura. La naturaleza de estos productos requiere tiempo para maximizar los beneficios y su rentabilidad se construye sobre un horizonte temporal amplio, por lo que las decisiones a corto pueden tener repercusiones a largo plazo. Además, aquellos partícipes que hayan participado en campañas promocionales podrían perder los beneficios asociados si rescatan parcial o totalmente el plan antes del periodo de permanencia establecido.
En el ámbito fiscal, el rescate de un plan de pensiones puede tener un impacto significativo. Estos productos están sujetos al IRPF como rendimientos del trabajo, lo que puede incrementar considerablemente la base imponible del contribuyente. Una persona con ingresos anuales de 45.000 euros que rescate 10.000 euros adicionales de su plan de pensiones podrá ver un incremento promedio de alrededor de 3.700 euros en su carga fiscal, dependiendo de su tipo impositivo y de su domicilio fiscal. Este impacto para salarios medios y medios altos es normalmente mayor que el de rescatar otros activos financieros, como acciones o fondos de inversión, donde sólo se tributa por las plusvalías generadas.
En contraste, rescatar el plan de pensiones durante la jubilación, especialmente en forma de renta temporal o vitalicia, permite diluir el impacto fiscal a lo largo de los años y beneficiarse de tipos impositivos generalmente más bajos. En este sentido, conviene tener en cuenta que una vez jubilados, normalmente, tendremos menos ingresos que en activo, además de reducciones y deducciones por estar en situación pasiva y por tener 65 años o más, lo que hace que el impacto fiscal sea más atenuado.
Para quienes enfrentan necesidades financieras urgentes, existen opciones que podrían ser más adecuadas que el rescate de un plan de pensiones. Por ejemplo, los fondos de inversión u otros productos de ahorro tributan exclusivamente por las plusvalías generadas y ofrecen mayor flexibilidad fiscal. En caso de que no existan otros activos disponibles, siempre se puede optar por rescatar sólo los importes estrictamente necesarios, priorizando las aportaciones más antiguas para minimizar el impacto fiscal.
El nuevo supuesto de liquidez no debe interpretarse como una invitación a utilizar estos fondos de manera anticipada, sino como una medida para atender situaciones excepcionales. En Nationale-Nederlanden seguimos comprometidos con proporcionar información clara y detallada para ayudar a nuestros clientes a tomar decisiones informadas, aunque siempre recomendamos buscar consejo profesional financiero y fiscal personalizado antes de actuar. En un entorno de creciente incertidumbre, proteger nuestro ahorro privado es más importante que nunca. Planificar con antelación y tomar decisiones responsables serán las claves para afrontar con éxito los retos del mañana.