Opinión

Un empresario gigante, un catalán mundial

Isak Andic

Es difícil despedirse de una persona como Isak Andic. Un ser humano lleno de energía, alguien que sabías que cuando lo volvieras a ver tendría un proyecto nuevo, una idea inspiradora.

Se convirtió en un referente indiscutible de la moda y el emprendimiento, cuya historia es un ejemplo extraordinario del espíritu empresarial. Un auténtico gigante de la historia empresarial española. Fundador de Mango, Andic transformó una pequeña tienda de ropa en Barcelona en un imperio textil global con miles de tiendas repartidas por cinco continentes.

Su visión revolucionó la industria de la moda. La democratizó, acercando las tendencias internacionales a millones de personas y colocando a Cataluña en el mapa global como un epicentro de creatividad y calidad. Siempre creyó en Cataluña y en su capacidad, la convirtió en su hogar y fue un auténtico cómplice y compañero de los empresarios catalanes.

Cataluña encontró en Isak Andic un aliado excepcional. Su contribución no solo se midió en términos de crecimiento económico, sino también en la proyección internacional de nuestra región. Como presidente de Foment del Treball, quiero destacar su inestimable apoyo a nuestra entidad, donde fue un socio de referencia.

Siempre mostró una fe inquebrantable en el papel de los empresarios como motor de la sociedad, y no dejó de colaborar en iniciativas que promovieran el desarrollo y la competitividad de nuestras empresas. Sin desvelar nada, sí que quiero poner en valor todos los cariñosos mensajes de apoyo que recibía de él en mi calidad de presidente de Foment del Treball. Siempre estaba allí.

Andic encarnó los valores más nobles del emprendimiento: valentía, esfuerzo y una insaciable curiosidad por innovar. Su capacidad para identificar oportunidades, asumir riesgos y ejecutar sus ideas con determinación lo convirtieron en un empresario único, un referente. No solo creó empleo y generó riqueza; también estableció un nuevo estándar en la industria textil, combinando diseño, calidad y accesibilidad. Un auténtico pionero que abrió caminos en mercados internacionales, exportando no solo productos, sino también la marca de Cataluña como cuna de innovación.

Conocer a Isak era ser testigo de su pasión y dedicación. En cada conversación, transmitía un entusiasmo contagioso por sus proyectos y un compromiso inquebrantable con la excelencia. En su día a día, cuidaba cada detalle, convencido de que el éxito estaba en la perfección de lo pequeño. Su estilo de liderazgo inspirador impulsaba a todos los que trabajaban a su lado, promoviendo una cultura de esfuerzo, superación y confianza mutua.

No solo cambió la industria de la moda, sino que dejó una huella profunda en nuestra forma de entender el espíritu empresarial. Su legado será recordado como el de un visionario que demostró que los sueños, cuando se persiguen con valentía y esfuerzo, no tienen fronteras. Cataluña, España y el mundo han perdido a un gigante, pero nos quedamos con tu ejemplo. Te echaremos de menos.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky