
El Gobierno y sus socios de izquierda (Podemos, ERC, Sumar, EH Bildu y BNG.) pactan prorrogar a 2025 el gravamen sobre las grandes energéticas para evitar que decaiga a finales de 2024. Para ello, el Ejecutivo aprobará en breve un real decreto ley para extender el actual tributo un año más, de manera que afectará al ejercicio 2025 (que se liquidará en 2026).
Es cierto que este decreto necesitará ser aprobado en el Congreso, lo que será imposible de conseguir dada la posición contraria a la tasa que tanto PNV como Junts muestran. Pero los trámites parlamentarios retrasarán la votación hasta al menos finales de enero. El Ejecutivo tiene así tiempo para extender la tasa y obligar al sector a abonar el gravamen un ejercicio más pese a la caída del precio de la electricidad. Supone una clamorosa maniobra de Hacienda para prorrogar el impuestazo ante la falta de mayorías parlamentarias.