Opinión

¿En qué se equivoca el consenso del mercado con Trump?

  • La subida del dólar contrarrestará el aumento de la inflación y el déficit público
  • Pretende desarrollar todo el potencial de EEUU en la producción de energía

Como el consenso del mercado tiende a equivocarse bastante más que a acertar (si no, todos los analistas serían ricos y obviamente no es el caso), solemos analizar sistemáticamente aquellas cuestiones sobre las que hay gran consenso.

Así que vamos a ver qué opina el "consenso del mercado" en relación con el efecto que tendrá la política económica de Trump sobre la inflación y la deuda pública. Y no para unirnos ciegamente a lo que diga al respecto el consenso de analistas, sino para, teniendo en cuenta su mal historial predictivo, analizar en qué podría equivocarse.

Si tienen alguna duda respecto a mi afirmación sobre el mal historial predictivo del consenso, pueden despejarla rápidamente viendo cuál era la opinión del consenso justo antes de las grandes caídas o de las grandes subidas bursátiles de los últimos 30 años.

Lo primero en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo es en que Trump avivará el fuego de la inflación. La idea es que, como tiene intención de imponer tasas a los productos que no se fabriquen en EEUU, esos productos llegarán más caros al mercado norteamericano, ya que a su precio habitual los fabricantes tendrán que sumar las nuevas tarifas.

Pero hay un matiz importante: quienes hacen esta afirmación olvidan que Trump ya gobernó anteriormente, que impuso tarifas y, sorpresa: la inflación se mantuvo controlada y en el entorno del 2% (el objetivo de Reserva Federal de los EEUU).

La explicación la tenemos, por ejemplo, en la reacción de China, el país más afectado por la imposición de aranceles. Lo que hizo es permitir que se devaluara su divisa. Se llama "devaluación competitiva" por algo. Permite mantener en la práctica el precio de sus productos en el mercado de destino, compensando el efecto tarifario y evitando pérdida de competitividad. La fortaleza del dólar compensa el efecto inflacionista en EEUU.

De hecho, una de las cosas que ha ocurrido como consecuencia del triunfo de Trump ha sido la subida del dólar, y no es casual. El mercado se está adelantando a la devaluación que tendrán que realizar los países que venden a EEUU si quieren seguir siendo competitivos. Es también uno de los motivos por los que ha bajado el euro.

Otra cosa que con Trump les puede salir más barata a los norteamericanos es la energía. Se puede decir más alto, pero no más claro: "¡drill baby drill!" , gritaba Trump es sus mítines. Significa "extrae chica, extrae" y hace referencia a extraer petróleo y gas natural. Ha dejado muy claro que quiere desarrollar todo el potencial de EEUU en la producción de energía, lo que además coincide con un momento el que Rusia está vendiendo todo lo que puede, para hacer frente al coste de la invasión de Ucrania. Y puede todo lo que quiere, porque las sanciones se las salta a la torera.

Muchos economistas dicen que la inflación es un fenómeno monetario, pero, siendo eso cierto, no es menos cierto que cuando baja el precio de la energía ayuda a que baje la inflación.

El otro tema que asume sin resquicio de duda es que Trump aumentará el nivel de deuda pública. Y en esto la historia sí que da la razón a quienes lo dicen. Pero hay matices importantes a considerar.

El primero es que a Trump le pilló el COVID y los confinamientos. Y para poder confinar países y cerrar economías enteras hubo que pedirles a los bancos centrales que se pusieran a fabricar dinero como nunca.

En segundo lugar, se está asumiendo que no servirá de nada que Trump haya contratado a Elon Musk y a Vivek Ramaswamy para reducir la grasa del Estado. Siendo cierto que va a ser muy difícil, resulta un tanto arriesgado dar por derrotado de entrada a un tipo como Elon Musk, que, si por algo se caracteriza, es por haber conseguido cosas que parecían imposibles. Y Ramaswamy tiene por delante una magnífica carrera política. Se va a dejar la piel para apuntarse el tanto.

Otro gasto importantísimo que tiene la administración norteamericana es el militar. Y Trump también ha dejado muy claro que pretende buscar un acuerdo con Rusia en Ucrania. La guerra de Ucrania le ha costado a EE.UU. cerca de 100.000 millones de dólares hasta la fecha, importe que se reduciría drásticamente si hubiera un alto al fuego.

En la cuestión de adelgazar el estado coincidimos bastante con el consenso – que, por cierto, no siempre se equivoca -. Es difícil hacer que un político gaste menos, incluso para Elon Musk. Probablemente sea más fácil colonizar Marte. Pero un asesor financiero tiene que contrastar con datos lo que diga el consenso. Por si acaso vuelve a equivocarse (el consenso).

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