Opinión

El poder transformador de la Naturaleza

En estas semanas hemos asistido al desarrollo de la COP 16, la Cumbre de Biodiversidad en Cali (Colombia), que congregó a 196 países con un objetivo común: acordar una hoja de ruta para la preservación de la naturaleza con la vista puesta en 2030. Una meta que, desde Holcim, tenemos integrada como parte de nuestro viaje para convertirnos en una compañía Net Zero. Se trata de un trabajo de largo recorrido, pues llevamos dedicando las últimas tres décadas al desarrollo de proyectos en esa misma dirección, apostando por la descarbonización, la circularidad, la preservación del entorno en el que operamos y las personas como verdadera clave del éxito.

Ayudar a conservar el planeta es responsabilidad de todos y por eso enfocamos nuestro compromiso hacia la creación y recuperación de hábitats más sostenibles y que contribuyan a aliviar los efectos del cambio climático.

La naturaleza, como aliada frente a estos cambios, además de ser la base de nuestras vidas y de todo nuestro desarrollo social y económico, es capaz de absorber la mitad de las emisiones de carbono del mundo. Por ello, las empresas debemos realizar un uso responsable de los recursos, siendo conscientes de los límites de la tierra, asegurando una gestión respetuosa desde el inicio y desde la fase de diseño, y reduciendo el uso de materias primas naturales, agua, combustibles fósiles y recursos minerales. Y, además, es necesario que trabajemos en la misión de recuperar naturaleza.

En esta línea, en los últimos años, hemos materializado el compromiso de restaurar los entornos mineros con criterios de mejora de biodiversidad y gestión del agua, dándoles una segunda vida e impulsando la fauna y la flora autóctona en un total de 16 canteras cuya actividad ya había finalizado. Se han destinado recursos para el desarrollo de empleo verde, investigación científica, acuerdos de custodia del territorio… En definitiva, para la construcción de un futuro neto positivo para la naturaleza. Hemos rehabilitado más de 1.000 hectáreas bajo criterios de restauración ecológica y lo hemos hecho trabajando de la mano de más de 10 entidades locales expertas en conservación, algunas de ellas con acuerdos de custodia, una herramienta fundamental con la que se puede realizar investigación aplicada de restauración de hábitats, impulsar actividades de apoyo a especies vulnerables o gestionar actividades de educación ambiental y uso público.

Tomando como base nuestra estrategia de naturaleza, cuyo objetivo es ser netos positivos en materia de biodiversidad y agua para 2030, en este último lustro hemos impulsado diferentes iniciativas con destacados proyectos como de la cantera de la Chanta, en el municipio de Corpa (Madrid), con el que se ha dado una segunda vida a este espacio de 20 hectáreas de extensión, priorizando la biodiversidad y generando hábitats para una diversidad de fauna y flora, mejorando así su estado inicial.

La Chanta cuenta hoy en día con un humedal de una hectárea de extensión, el único por sus características en un radio de 15 kilómetros, que se ha convertido en punto de refugio, alimentación y reproducción de diferentes especies catalogadas de aves y de anfibios.

La Comunidad de Madrid ha reconocido el alto valor ecológico de este paraíso medioambiental, bajo custodia de la Asociación conservacionista Brinzal desde 2021, incluyéndolo en el Catálogo de Embalses y Humedales de la región. La Chanta y su proceso de rehabilitación han recibido el Premio Nacional Desarrollo Sostenible de Restauración, otorgado por la Federación de Áridos, y mención de honor en los Premios Internacionales de la UEPG. Asimismo, esta cantera de caliza estuvo presente en la última edición de FITUR como caso de éxito por su transformación en un espacio para el fomento del desarrollo turístico.

Otro símbolo de contribución positiva a la naturaleza es la cantera de Yepes-Ciruelos. Situada en plena Mesa de Ocaña, al noreste de la provincia de Toledo, es un espacio a cielo abierto que representa el perfecto equilibrio entre el desarrollo sostenible y la restauración de espacios mineros, para usos científicos, educativos y turísticos, como motor de desarrollo del territorio. Desde 2003, y a través de un convenio de colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), hemos apostado por un modelo de restauración inspirado en los procesos que utilizan los propios principios de la naturaleza y apoyados en el conocimiento que aporta la universidad, para la gestión de la planificación y monitorización de la restauración ecológica a través de intervenciones que favorecen el incremento y promoción de la biodiversidad. Este espacio cuenta además con un Centro de Interpretación de la Naturaleza, que ya ha sido visitado por más de 3.000 escolares, desde el que se imparte un programa educativo para mostrar a la sociedad la biodiversidad de la Mesa de Ocaña y la metodología utilizada en la cantera.

Otro de los proyectos que promueve la preservación de la naturaleza es el Charco del Tamujo, que contribuye a la mejora social, económica y ambiental de la región de Castilla-La Mancha. Ubicado entre los Parques Nacionales de Las Tablas de Daimiel y de Cabañeros, al borde de la Mancha Húmeda, esta antigua gravera representa un claro ejemplo de nuestra apuesta por el fomento de la biodiversidad y desarrollo rural.

Declarada reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1981, este terreno fue rehabilitado hasta convertirse en un espacio natural de alto valor ecológico. Durante los trabajos se plantaron más de 3.000 ejemplares de hasta 24 especies diferentes de árboles y arbustos y se desarrolló un plan de gestión de la biodiversidad con el objetivo de fomentar los procesos ecológicos esenciales. El resultado fue la creación de un valioso humedal que hoy en día alberga diferentes especies de fauna y flora y que constituye un espacio natural con gran potencial para la investigación. Hemos cedido 25 hectáreas de este territorio a la Fundación Global Nature, organización experta en la conservación de la naturaleza con 30 años de experiencia en humedales, para continuar con la conservación y protección de este humedal manchego.

También en la región manchega, un caso de restauración singular y único: la cantera San Carlos en Cerro Gordo. Se trata de una oportunidad de conocimiento de la geodiversidad, en su interior encontramos el Volcán-Museo Cerro Gordo, ubicado en el término municipal de Granátula de Calatrava (Ciudad Real), que se convirtió en el primer volcán visitable en una instalación minera y guiado de la Península Ibérica. Este espacio museístico ha recibido más de 50.000 visitantes desde su inauguración en 2016, fruto de la cesión de Holcim y del trabajo del Ayuntamiento de Granátula, en colaboración con la Asociación para el Desarrollo del Campo de Calatrava y con la asesoría científica del grupo GEOVOL de la UCLM.

En Holcim, somos conscientes de la dependencia de nuestra actividad de los recursos naturales y la necesidad de gestionar la biodiversidad y el agua como parte de nuestros objetivos de sostenibilidad y de negocio. Nuestro know-how nos lleva a realizar una llamada a la acción para integrar la gestión de la naturaleza como un elemento más de la estrategia empresarial.

Dependemos de la naturaleza y necesitamos desarrollar estrategias dirigidas a conservarla, recuperarla e influir positivamente en ella.

Pero también es necesario el desarrollo de marcos que permitan a las organizaciones y consejos de dirección identificar, medir y valorar nuestros impactos directos e indirectos y nuestra dependencia del capital natural, incluida la integración de los valores de los servicios ecosistémicos en la evaluación de los recursos naturales.

En Holcim, como parte de nuestra hoja de ruta en materia de naturaleza, tenemos la ambición de reproducir los procesos naturales y queremos contribuir positivamente, enfocando nuestros esfuerzos en las oportunidades que ofrece la restauración de los espacios mineros para generar biodiversidad y capital natural.

El poder transformador de la naturaleza es transversal e influirá en el futuro de todos los sectores y de la sociedad en su conjunto. Preservarla y recuperarla necesita de los esfuerzos y de la contribución de todo el tejido empresarial, ciudadano y político.

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