
Sidenor se postula como el socio industrial que reclama el Gobierno vasco para entrar en el capital de Talgo al estar dispuesto a comprar la participación de Trilantic en el fabricante. Con ello, tanto el Ejecutivo vasco como el español cumplirían su objetivo de que Talgo quedase en manos de empresarios locales.
No obstante, la siderúrgica no se presenta como el socio ideal para resolver los problemas de capacidad de Talgo y satisfacer los pedidos pendientes. Tras el rechazo a la húngara Ganz-Mavag y el descarrilamiento de la propuesta de fusión de Skoda, toda apunta a que Sidenor es una solución forzada para mantener la españolidad de Talgo. Pero esto no garantiza el futuro de la firma, que sigue necesitando un socio que conozca el sector ferroviario y pueda fabricar trenes.