Opinión

El impacto invisible de la industria de los rodajes

  • En un mundo cada vez más digitalizado y dependiente de contenidos audiovisuales, invertir en la industria de los rodajes es invertir en el futuro económico de España
  • La creación de empleo es más que evidente para un sector que trata de renacer

En el contexto económico actual, la búsqueda de sectores estratégicos que aporten valor agregado a la economía nacional es crucial. La industria audiovisual, gracias a los incentivos fiscales implementados en España, ha demostrado ser uno de esos sectores clave. El primer estudio del Impacto Económico de los Rodajes Internacionales en España, un proyecto de Spain Film Commission, en colaboración con PROFILM, y elaborado por Olsberg SPI, arroja datos relativos al periodo entre 2019 y 2022 que evidencian el alto retorno económico de la industria de los rodajes en nuestro país: por cada euro invertido en incentivos, se generaron 9 euros en la economía española.

Este resultado destaca la rentabilidad de una política pública que no solo estimula la inversión extranjera, sino que también contribuye significativamente a sectores diversos más allá del audiovisual, posicionándose como un motor económico transversal.

El Plan Spain Audiovisual Hub, lanzado en 2021, es una apuesta clara por convertir a España en el principal centro de producción audiovisual de la Unión Europea para 2025. Con una inversión de 1.600 millones de euros, este plan pretende aumentar la producción audiovisual en un 30% en los próximos años, y los incentivos fiscales son una herramienta central para alcanzar este objetivo. El estudio de Spain Film Commission con PROFILM confirma la eficiencia de estos incentivos, destacando que el 70% del impacto generado no habría ocurrido sin este estímulo fiscal.

En un entorno de alta competencia global, las productoras buscan países con condiciones fiscales atractivas y estabilidad económica. España, con sus incentivos del 30% al 50% dependiendo de la región, se ha consolidado como uno de los destinos más competitivos para las grandes producciones. Esto no solo genera beneficios inmediatos en forma de inversiones extranjeras, sino que también impulsa la demanda de infraestructuras y servicios especializados, creando un entorno favorable para el crecimiento a largo plazo del sector.

Generación de empleo y diversificación económica

El impacto de los rodajes internacionales incentivados va más allá de los estudios de cine. Entre 2019 y 2022, estas producciones generaron una media anual de 7.080 empleos a tiempo completo. Estos empleos no se limitan a técnicos del sector audiovisual, sino que se extienden a actividades en otros sectores que se ven directamente beneficiados por las producciones extranjeras. Esta creación de empleo es un indicador clave que subraya la capacidad de la industria audiovisual para ampliar su influencia en el mercado laboral y dinamizar economías locales.

La distribución geográfica del impacto económico es también notable. Mientras que Madrid, Cataluña y Canarias han sido históricamente los principales receptores de inversiones audiovisuales, otras regiones como Andalucía, Baleares y Cantabria también se han visto beneficiadas. Esto demuestra que los incentivos fiscales no solo fortalecen a las grandes ciudades, sino que permiten una mayor cohesión territorial, distribuyendo el impacto económico a regiones menos vinculadas tradicionalmente al sector audiovisual. Un efecto que veremos cada vez más evidente en periodos posteriores al analizado.

Uno de los datos más relevantes del estudio es la contribución de los rodajes internacionales al Valor Agregado Bruto (VAB) de la economía española, con una aportación de casi 1.800 millones de euros durante el periodo analizado. Este impacto directo es indicativo del peso creciente del sector audiovisual como contribuyente neto a la economía nacional. Y con esto, se produce un efecto dominó. Aunque el gasto inicial se realiza en las producciones audiovisuales, este fluye hacia sectores que no están directamente relacionados con la industria del cine. En una producción cinematográfica de gran presupuesto, el 74% del gasto se destinó a áreas como la construcción, hostelería y servicios. Este tipo de gasto tiene un impacto positivo sobre sectores auxiliares, que se benefician de las producciones internacionales. La industria audiovisual se convierte así en un multiplicador económico con capacidad para generar riqueza en una diversidad de actividades.

El primer estudio del Impacto Económico de los Rodajes Internacionales en España proporciona una visión detallada de cómo los incentivos fiscales no solo cumplen con el objetivo de atraer inversiones extranjeras, sino que tienen un impacto positivo en la generación de empleo, la cohesión territorial y el crecimiento económico, aunque hasta ahora haya permanecido invisible para la opinión pública.

A medida que España se consolida como uno de los principales hubs audiovisuales de Europa, la política de incentivos fiscales debe seguir siendo una prioridad. El potencial de crecimiento del sector es enorme, y su capacidad para atraer inversiones extranjeras y crear empleos de calidad hace que sea una apuesta segura para el futuro económico del país. En un mundo cada vez más digitalizado y dependiente de contenidos audiovisuales, invertir en la industria de los rodajes es invertir en el futuro económico de España.

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