El Ministerio de Transición Ecológica autorizó recientemente la instalación de 43 gigavatios (GW) de proyectos renovables que deberán operar antes del 25 de junio de 2028. Pero pasó por alto la elaboración de un calendario para evitar que la mayoría de las empresas apuren los plazos y esperan a los meses previos a dicha fecha para impulsar sus parques eólicos y fotovoltaicos.
Según el sector esta falta de planificación puede originar una alta concentración de pedidos. Esto tensionará la cadena de suministro hasta el punto de generar cuellos de botella, que pondrán en peligro la mera instalación de los proyectos. Un escenario que, además, elevará los costes para los desarrolladores. Solo con transparencia y un calendario claro se evitarán todos los problemas.
