Bruselas someterá a los estados miembro a un exhaustivo chequeo en el que analizará la eficacia y eficiencia de sus sistemas energéticos. En concreto, el examen permitirá a la Comisión Europea evaluar el rendimiento de la arquitectura de seguridad energética de la UE para apoyar la transición hacia fuentes renovables.
Con ello, la Unión parece haber aprendido de los errores que cometió en el pasado donde obvió la importancia de la seguridad de abastecimiento, lo que provocó una importante crisis energética al inicio de la guerra en Ucrania. Ello debido a que buena parte de los países de la UE (especialmente Alemania) dependían de Rusia. Por tanto, el chequeo que ahora propone Bruselas no puede ser más oportuno para evitar que tal situación se repita en el futuro.
