El buen año para la renta fija se refleja en el hecho de que el bono, en sus categorías principales a escala mundial, arroja ganancias en 2024. En gran parte, su éxito se debe a que el mercado supo anticipar con precisión la reducción de tipos que el BCE acometió en junio, y su continuación en septiembre.
También acertó al descontar que la Fed iniciará sus recortes el mes próximo. Ahora bien, los inversores en renta fija son muy ambiciosos en cuanto al ritmo al que, según sus expectativas, continuará la relajación de la política monetaria, sobre todo en EEUU, lo que eleva el margen de error de sus previsiones. A la espera de lo que diga Jerome Powell en Jackson Hole, está por demostrarse que la Fed esté dispuesta restar 200 puntos básicos, o más, a los tipos en el plazo de un año.
