Opinión

El valor de invertir a tiempo en la transición climática

  • Las empresas sostenibles tendrán una ventaja estratégica en el mercado del futuro

El panorama financiero ha sido testigo de la irrupción de un nuevo actor entre los temas tradicionales como la inflación, los tipos de interés y las incertidumbres geopolíticas. Los asuntos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) se han impuesto rápidamente como una preocupación en los principales rincones financieros de todo el mundo. A pesar de las complejidades del entorno económico actual, la transición hacia una economía baja en emisiones sigue siendo una prioridad firme, que ha puesto a prueba la capacidad de adaptación de los gestores de activos para cumplir con las expectativas de inversión.

A medida que los inversores han alineado cada vez más sus valores con sus decisiones de inversión, la demanda de vehículos de inversión sostenible ha ido en aumento. Los gestores de activos que fueron pioneros en este campo han sido capaces de satisfacer las expectativas actuales de los inversores y aprovechar con éxito un mercado rentable y en vertiginosa expansión. Además, a medida que las generaciones más jóvenes se convierten en una fuerza dominante en la acumulación de capital, su preferencia por las inversiones sostenibles y socialmente responsables seguirá configurando el panorama de inversión.

Invertir desde la óptica del impacto y la inversión responsable no tiene que ver necesariamente con intangibles, como las esperanzas y los sueños de un mundo mejor, sino con la resiliencia a largo plazo de nuestro planeta y la capacidad de enfrentar los problemas sociales, así como con la rentabilidad de las inversiones. Desde el punto de vista de la gestión del riesgo, integrar los factores medioambientales, sociales y de gobernanza en las decisiones de inversión es un planteamiento prudente. Las empresas con sólidas prácticas de sostenibilidad suelen estar mejor equipadas para sortear los cambios normativos, mitigar los riesgos medioambientales y adaptarse a la evolución de las expectativas de la sociedad. Esto es aún más importante ahora que las empresas están ofreciendo una mayor transparencia sobre la forma en que cumplen sus compromisos climáticos, a medida que satisfacen las exigencias tanto reguladoras como de los inversores para descarbonizar las carteras.

Este enfoque en la resiliencia a largo plazo puede contribuir a la estabilidad y durabilidad de las carteras de inversión, protegiéndolas frente a imprevistos. Los gestores de activos que buscan activamente empresas y proyectos con sólidas credenciales de sostenibilidad probablemente descubran empresas resilientes, con visión de futuro y bien posicionadas para lo que está por venir, también en términos de innovación e I+D.

Una reciente encuesta realizada por Nordea Asset Management en colaboración con CoreData arroja luz sobre el pulso del sector financiero en materia de ESG. La encuesta, realizada entre mayo y julio de 2023 en tres países europeos -Italia, España y Alemania-, contó con la participación de 300 asesores financieros y banqueros privados para profundizar en el impacto de la normativa ESG, la preparación de las empresas y las preferencias de sostenibilidad de los clientes finales. El 50% de los asesores españoles mostraron un interés personal por las cuestiones ESG, superados por sus homólogos italianos con un 62%, mientras que los alemanes se quedaron atrás con un 39%. Estos resultados no sólo subrayan el creciente reconocimiento de la importancia de la sostenibilidad en las inversiones, sino que también ponen de relieve la participación activa de los asesores financieros en la defensa de las cuestiones sostenibles ante sus clientes.

Con el auge de esta tendencia de inversión, los gestores de activos se enfrentan al reto de la diferenciación. ¿Qué esperan realmente los inversores y cómo se pueden satisfacer sus expectativas? ¿Está la estrategia de inversión responsable anclada en valores sólidos? ¿Son los cimientos de los fondos estables y fiables? ¿Debe la organización dedicar los mejores talentos a la inversión responsable? Los principales gestores de activos llevan años trabajando en estas cuestiones. Han obtenido buenos resultados y pueden demostrar a los inversores que la consideración de factores de inversión responsable no es un impedimento para maximizar la rentabilidad. Invertir en una fase temprana de la transición climática tiene un valor significativo. A medida que la tendencia de la inversión climática cobra impulso más rápido de lo previsto, las ventajas de haberse adelantado son ahora más claras que nunca.

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