
La productividad por ocupado ha crecido 1,9 puntos en España en los últimos cinco años. Un incremento que se queda a 1,3 puntos del propio de la Unión Europea.
Lejos de mejorar, este dato refleja que la brecha de productividad entre nuestro país y Europa es cada vez más grande. Esto aleja a los españoles de la ansiada convergencia a nivel de riqueza por habitante respecto a nuestros vecinos comunitarios. El alto peso que en nuestro país tienen sectores con poco valor añadido y algunas de las medidas impulsadas por el Ejecutivo, que restan competitividad a las empresas al elevar los costes laborales, explican que cada vez estemos más lejos de la UE en productividad. Una distancia que será aún mayor cuando se apruebe el recorte de la jornada laboral.