
La opa por el 100% de Naturgy que la emiratí Taqa planea lanzar tendría consecuencias en el mercado de gas. Ello debido a que esta operación podría dejar al alcance de Emiratos Árabes alrededor del 55% de cuota de mercado de este negocio. Para empezar, Cepsa ya está gestionada por el fondo soberano emiratí Mubadala, que posee el 63% de su capital. Por tanto, el 5% del mercado de gas de Cepsa es ya del país árabe.
Pero este porcentaje se elevaría exponencialmente, hasta superar el citado 55%, si Taqa compra el 41,3% de los títulos de Naturgy en manos de los fondos GIP y CVC, opción que ya negocia. Esto convertiría a Taqa en el primer accionista de Naturgy y le daría acceso al 50% de cuota de mercado de la compañía en la venta de gas. La comercialización y el suministro de esta materia prima es estratégico para mantener la industria española. Y es evidente que el control de dicha actividad en pocas manos, en concreto en las de los mandatarios de Emiratos, supondría un riesgo para los precios del gas. Sin duda, se debe estar vigilante para evitar este peligro.
No obstante, esta situación no debería llegar a producirse si la opa de Taqa en Naturgy se realiza en alianza con Criteria (que posee el 26,7% del capital), que mantendría el control de la gestión de la gasista. Por tanto, esta operación no debería servir de excusa al Gobierno para impulsar sus ansias de intervencionismo en empresas estratégicas mediante la entrada del Estado en su capital. Algo que ya ha hecho en Telefónica y que planea replicar en Naturgy planteando a Taqa que le ceda el 10% del capital. Es más, lo que se debería delimitar con la emiratí es qué parte del negocio de Naturgy es estratégica para los intereses del país y mantener una estricta independencia en dichos asuntos.