Opinión

Reconectar Barcelona con el mar y el mundo

Imagen del trofeo de la Copa América. Archivos.
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La vinculación de Cataluña y Barcelona con el mar no es solo histórica sino, sobre todo, cultural. La estima por el Mediterráneo es algo propio de las catalanas y catalanes y, por lo tanto, un legado que debemos mantener e impulsar para posicionar Cataluña, especialmente a través de Barcelona como enclave náutico internacional. En este sentido, la celebración de la Copa América en nuestra capital, un acontecimiento declarado de excepcional interés público, supone una gran oportunidad para capitalizar el potencial de Barcelona como ciudad abierta al mundo, en general, y de Cataluña como referente internacional del sector náutico.

Tenemos ahora ante nosotros una oportunidad única de recuperar el espíritu de los Juegos Olímpicos del 92, un acontecimiento que marcó un antes y un después para nuestro territorio. Hace ya 32 años realizamos una apertura global de la Ciudad Condal. Ahora, hoy, desde la Fundació Barcelona Capital Nàutica, y en colaboración con todos nuestros patrones, la Generalitat de Catalunya, el Ajuntament de Barcelona, el Ministerio de Educación y Deportes, el Port de Barcelona, el Consorci de Turisme de Barcelona, la Diputació de Barcelona, la Cambra de Comerç de Barcelona y Barcelona Global, queremos aprovechar la oportunidad de acoger uno de los eventos deportivos más importantes del mundo, y en un deporte náutico en el que la ciudad y el País es un referente y queremos que sea deporte de todos.

Esta oportunidad va más allá de los días que rodean la regata, ya que sus efectos empiezan muchos meses antes. El campeonato generará un incremento de la actividad productiva catalana de 1.239 millones de euros, lo que representa el 0,5% del PIB de Cataluña en 2022, y la creación de 19.000 puestos de trabajo a tiempo completo. A esto sumar todos los proyectos de legado que estamos desarrollando junto a nuestros patronos en un amplio ámbito que acoge muchos sectores.

Por ejemplo, el industrial y tecnológico con el impulso de la descarbonización de embarcaciones recreativas, uno de los programas más ambiciosos que se han impulsado para reafirmar el liderazgo mundial de Cataluña en la transformación sostenible del sector náutico, mediante la construcción, en colaboración con los astilleros catalanes, de seis embarcaciones eléctricas y la instalación de puntos de recarga en los puertos catalanes.

También el desarrollo de programas universitarios que potencien el conocimiento de nuestros jóvenes hacia la ingeniería o el diseño náutico, así como el fomento de valores a través de programas educativos en casi cien colegios de Cataluña, entre tantas iniciativas. Y también muchos otros sectores como el de las artes creativas, los juegos digitales, la náutica de base –con el patín de vela-, las clases náuticas oceánicas, con el balance de género en todos estos proyectos. Hablamos pues de toda la economía azul en su conjunto. Un trabajo que esperamos que impacte y deje un gran legado en el tejido social, cultural y económico de Cataluña que permitirá su posicionamiento como enclave de referencia para el sector náutico global.

Este escenario nos permite volver a centrar la mirada en el mar. Nos permite dar a conocer nuestra cultura marítima y el deporte de la náutica en el territorio, desde la innovación, la sostenibilidad y la tradición, entre otras acciones. Y consiguiendo también desarrollar valores como la sostenibilidad de nuestros mares y el apoyo a las políticas de genero impulsando la primera regata femenina de la Copa América.

Con todo, en la Fundació somos conscientes de la oportunidad histórica que se nos brinda con la acogida de la 37ª edición de la Copa América. Un encuentro que debemos aprovechar para ser un revulsivo para el sector y consolidar a Barcelona como marca de referencia en el mercado global de la náutica, promoviendo, a su vez, el cuidado del mar y la pasión por el deporte de la vela desde una perspectiva sostenible, especialmente entre los jóvenes.

En suma, queremos volver a abrir Barcelona al mar y al mundo, como hicimos en el 92, dando a conocer nuestro litoral y nuestra gran tradición náutica, con el foco en navegar hacia una dirección clara: dejar un legado que perdure en el tiempo y que deje una marca indeleble en el horizonte marítimo de la ciudad, mostrándonos como una ciudad y un país capaz de acoger los mayores acontecimientos y donde nuestros ciudadanos, los equipos de competición y los visitantes que vendrán, se sientan bien recibidos.

Ignasi Armengol es el director general de la Fundació Barcelona Capital Nàutica.

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