
La superficie de la Tierra es de 149 millones de kilómetros cuadrados, es decir, sin mares, ni océanos, que suponen 361 millones, de tierra firme 104 millones son habitables. Si nos referimos a la agricultura, el Planeta cuanta con 5.100 millones de hectáreas, de las cuales, para uso ganadero, es decir, para alimentar y destinar a pastos de animales para manutención humana se destinan 4.000 millones, y el resto, 1.100 millones de hectáreas, se dedican realmente a agricultura, lo que significa que la tierra cultivable tan solo es el 5%, y la cultivada el 1%.
De estos 1.100 millones de hectáreas cultivadas, el 97% son barbechos, praderas y cultivos temporales, y tan solo el 3% es cultivo permanente, de las cuales el 50% actualmente es cultivo permanente espontaneo, monte bajo, arbustos, juncos y espartos, etc., y el resto, cultivo leñoso permanente. Esto pone de manifiesto que el cultivo permanente leñoso ha experimentado un crecimiento de casi el 20% de su superficie, es decir 14 millones de hectáreas durante las últimas dos décadas, suponiendo ya casi 73 millones de hectáreas, de las que el 77% son explotadas en secano y, el resto, 23, a través de irrigación. Descárguese aquí gratis el último número de elEconomistaAgro
La elevada rentabilidad, la flexibilidad, la escasez de mano de obra y el cada vez más sencillo manejo de este tipo de cultivos están llevando a los leñosos a ser explotados por agricultores tradicionales, y cada vez más debutantes, como se les denomina a las nuevas family offices, fondos de inversión, o grandes corporaciones, todos ellos, atraídos por el sector primario.
El cultivo de este fruto seco es estratégico por la evolución de la demanda mundial y su capacidad de fijar población rural
De dichos 73 millones de hectáreas de leñosos que pueblan el Planeta, el 21% lo acapara la palma, 16% es el olivo, seguido por el café con un 14,5%, viñedo 10%, manzano casi 7%, naranjo con cerca del 6%, y ciruelo con algo menos del 6%, seguido por otros tantos hasta copar esos 73 millones de hectáreas. El pistachero con 1,16 millones de hectáreas supone el 1,6% del total de cultivos permanente leñosos, y el número 12 por importancia en el ámbito de la superficie.
Cuenta la leyenda que la reina de Saba decretó que los pistachos fueran un alimento exclusivamente real, llegando incluso a prohibir a los plebeyos cultivarlo para uso personal. De aquello hace mucho tiempo, afortunadamente.
El pistachero, es originario de Asia occidental y Asia menor (Siria, Turquía, Irán, Pakistán y Afganistán), fue cultivado por egipcios, griegos y romanos.
El pistachero requiere climas cálidos, baja humedad y horas frío para fructificar. Estados Unidos lidera la producción con el 52%, seguido por Irán (16%) y Turquía (14%). En términos de consumo, Estados Unidos encabeza la lista con el 20%, seguido por Turquía y China con el 18% y 14,9%, respectivamente. Este sector genera alrededor de 12.000 millones de euros y emplea a 25 millones de personas por campaña en el ámbito mundial.
California, líder en la producción de pistachos en los EE. UU, generó más de 47.200 empleos y aportó 4,80 mil millones de euros a su economía. Con el 99% del suministro nacional y más de 165.000 hectáreas plantadas, evidencia un impacto significativo, y en crecimiento en la economía estatal. Cada ejercicio se incrementa la renta neta del sector californiano en casi mil millones de euros adicionales, de media.
Turquía (389.451 hectáreas), Irán (125.544 hectáreas) y EEUU (165.518 hectáreas) fueron los países con mayor superficie cosechada, con el 46,0%, 19,6% y 18,1% del total mundial, respectivamente, teniendo en conjunto el 83,7% de la superficie mundial de este cultivo.
España, siendo ya el cuarto país en superficie de pistacho, ostenta unas 70.000 hectáreas de pistacheros, de estas más del 70% en secano, y el resto en regadío.
Castilla-La Mancha, el epicentro del cultivo en España, representa más del 80% de la superficie total cultivada en el país, (Ciudad Real, Toledo y Albacete), 6% Andalucía (Granada y Jaén), Castilla y León, 5% y Extremadura 5%.
España tiene 70 plantas de procesamiento de pistacho, 50 en Castilla-La Mancha, con capacidad total de 5.500 toneladas en seco, por lo tanto, la industria obligadamente acompaña al ámbito agro en su evolución.
El sector productor de pistacho, es prometedor, por el futuro que se le depara, sofisticado por su modo de cultivo, exclusivo, por los requerimientos climáticos de las explotaciones, y estratégico por la evolución de la demanda mundial de este fruto seco, y sus contribuciones sociales, por anclar población al medio, y económicas, debido a su aportación al crecimiento de las rentas netas vinculadas a esta actividad.
*Juan Vilar Hernández es analista oleícola internacional, consultor estratégico, profesor de la UJA y agricultor