El arranque de año se cobró 231.250 afiliados y también puso fin a dos meses consecutivos de descensos del paro registrado, con un aumento del número de desempleados de 60.404.
Pese a ser habitual que en enero se destruya trabajo y aumente el paro por el fin de los contratos ligados a la Navidad, la magnitud de la caída del número de cotizantes es preocupante ya que reaviva tendencias previas a la pandemia. De hecho, la comparativa con ejercicios anteriores revela que la pérdida de afiliados queda por encima de la del año pasado (-215.047 cotizantes) y se aleja de las anotadas en 2022 y 2021 (-197.750 y -218.953 ocupados, respectivamente). Los datos muestran, por tanto, que esta cuesta de enero ha pasado una elevada factura al mercado laboral, que ya da muestras de síntomas de debilitamiento de cara a un ejercicio complicado por la ralentización de la economía.
