Opinión

El prescriptor de medicinas para las plantas

  • Artículo de opinión de Carlos León Garrido*
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Proyectar sistemas alimentarios sostenibles es crucial para el progreso global, incluso diría que para la supervivencia de nuestra sociedad. Pero no se salva la humanidad a base de Decretos-Leyes y Reglamentos. La Estrategia de Biodiversidad 2030 y De la Granja a la Mesa, así como la reciente Ley de Restauración de la Naturaleza, a mi entender se pierden en la mayoría de las ocasiones en objetivos cuantitativos, dejando sin demasiado valor lo cualitativo, cuando debería de ser lo más importante. Si hay algún sector en el que el café para todos no es adecuado, es el agroalimentario y medioambiental. Se han propuesto cifras y fechas que no parecen haber tenido una base científica, sino más bien política.

Como ejemplo, desde siempre se ha premiado a los ejecutivos, incluido en el sector de venta de fitosanitarios, a aquellos que han superado sus objetivos de venta; se han medido los éxitos por el total, por la cifra conseguida. Y esto es lo que parece pretender cierta reglamentación que solo habla de cifras, como si de unos objetivos empresariales se tratase. Habría que mirar desde otro punto de vista más holístico, empático con el medioambiente y asegurador de la salud humana, pero avanzando hacia la disponibilidad y suministro suficiente de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria de la población a nivel global.

Son muchos los pilares sobre los que se debería asentar la futura reglamentación para este aseguramiento de la salud y de la calidad medioambiental y de la disponibilidad de alimentos a precios asequibles, pero como venimos diciendo desde hace años en todas y cada una de las ediciones del Symposium de Sanidad Vegetal, la figura del "prescriptor de medicinas para los vegetales" es uno de esos pilares. Ya en 2010 se pusieron negro sobre blanco muchas ideas que venían de años atrás, propuestas por figuras relevantes de nuestra reciente agricultura y a la que ahora todos hacen referencia como si hubiesen descubierto un nuevo planeta. En la edición 11º del Symposium de Sanidad Vegetal, ya se proponía la figura del Médico de las plantas (Jose del Moral de la Vega), del Asesor Fitosanitario (Antonio Vergel Román) o se avisaba del amplio horizonte para los técnicos agrarios siempre que sepan conciliar economía, ecología y agronomía (Tomás Garcia Azcárate).

Hoy desde la OMS ya existe esa definición sobre la que todos estamos de acuerdo: One Healht-Una sola salud. La definición de «Una sola salud» elaborada por el OHHLEP declara: "Una sola salud es un enfoque unificador integrado que procura equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas." (https://www.who.int/es/news/item/01-12-2021-tripartite-and-unep-support-ohhlep-s-definition-of-one-health) No me cansaré de repetir que los primeros defensores del medio ambiente somos los Ingenieros Agrícolas, y además a los que más le interesa mantener y acrecentar la diversidad, ya que la agricultura y ganadería son parte de ella.

Siendo que las medicinas para consumo humano están reguladas por las agencias europeas de medicamentos y que dependiendo del tipo de medicamento ( antibióticos, hipnóticos, etc…) están restringidos ya sea para evitar mal uso y/o resistencias a enfermedades bacterianas, o para controlar la automedicación innecesaria y que además va en contra de la propia salud, pensamos que con los productos fitosanitarios se debería de actuar de igual manera, ya que estos igualmente están registrados y regulados con las normas más garantistas a nivel mundial, tanto de salud como de medioambiente.

Consciente del arduo trabajo que están haciendo las administraciones nacionales y autonómicas para cumplir los retos impuestos desde Europa, que implican una necesaria transición hacia modelos sostenibles, integradores, que no esquilmen, sino que los hagan perdurables en el tiempo, somos conscientes de que a veces hay diferencias que solventar y es por eso que siempre nos hemos puesto a su disposición para ayudar a llevar este camino en común, aportando nuestra visión y nuestro pequeño granito de arena en la parte del sector que nos corresponde.

Una de las mejores herramientas para ayudar a esa necesaria transición hacia un menor uso y más seguro de fitosanitarios, y que por tanto disminuya los índices de peligrosidad con las garantías que requiere Europa, sería que se regule de forma definitiva la firma reconocida de un Ingeniero Agrícola en la receta fitosanitaria. Ésta receta, firmada exclusivamente por una de las profesiones reguladas del ámbito universitario, serviría para una mayor garantía de cumplimiento de las normas frente a las exigencias europeas en materia medioambiental y de salud, y cerrar el círculo del One Health, defendido y promovido por la OMS.

De esta manera daríamos seguridad tanto al consumidor final como a las peticiones de sostenibilidad que nos requiere Europa, con un mejor control y uso de los productos fitosanitarios, que reducirían su empleo, y evitarían las suspicacias que se puedan crear. Esto también supone una responsabilidad, al igual que tienen otras profesiones, respaldada por un seguro de responsabilidad civil y por un colegio profesional, que sería el garante del servicio que se entrega a la sociedad en forma de alimentos sanos. One Health.

*Carlos León Garrido es presidente del COITAND (Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos y Graduados en Ingeniería Agrícola de Andalucía Occidental)

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