
Desde que comenzó la pandemia de la Covid-19 y sus devastadoras consecuencias, afirmábamos que los Fondos Europeos iban a marcar un punto de inflexión en el impulso de la recuperación de la economía, incluida la construcción, y en el asentamiento de las bases de una transformación bajo los pilares de la sostenibilidad y la digitalización.
Las cifras al menos así lo reflejan: 7 de cada 10 euros de los 160.000 millones destinados a España entre transferencias directas y créditos están relacionados con la actividad constructora. Incluso las ayudas europeas vía costes de financiación baratos para la remodelación del parque de maquinaria no se ajustan a la realidad del sector ya que solicitan 100% de inversión en maquinaria exclusivamente eléctrica, algo imposible ya que muchos modelos de maquinaria de alquiler no disponen de versión eléctrica actualmente
También dijimos que estos fondos deberían estaban llamados a transformar la economía española, pero que corríamos el peligro de infrautilizarlos, o no usarlos para inversiones adecuadas.
A estas alturas, la sensación que domina en el sector es que esta importante aportación económica no está llegando en tiempo ni forma a las empresas de alquiler de maquinaria que los han solicitado. Algunos gigantes del negocio opinan incluso que se trata de una "oportunidad excelente" para fomentar la digitalización y la sostenibilidad; es más, ya han solicitado las ayudas pero "pasa el tiempo" y no hay novedades.
Sí hay que celebrar, al menos, lo que podría ser la primera piedra de un apoyo oficial en condiciones: la puesta en marcha por el Gobierno vasco de la versión 2023 del plan Renove Industria 4.0 para PYMES, dotado con 8 millones de euros, para la adquisición de nueva maquinaria y equipamiento avanzado.
En la edición 2022 de dicho plan, se presentaron un total de 200 solicitudes, de las que 148 fueron aprobadas. Las subvenciones ascendieron a los 5.000.000€, una media de poco más de 53.000€ por proyecto. Es un buen punto de partida, aunque insuficiente, por su planteamiento y alcance territorial, para que llegue a las grandes compañías de alquiler españolas o con sede en España.
Petición oficial
Hace un año, en noviembre de 2022, la Confederación Nacional de la Construcción (CNC) pidió públicamente al Gobierno poder usar fondos europeos para impulsar un Plan Renove que modernice la maquinaria del sector, cuya edad media alcanza los 18,5 años.
De hecho, las de más de diez años de antigüedad suponen el 79,1% del total del parque y el grueso principal de máquinas con una edad media comprendida entre los 15 y los 25 años abarca "elementos fundamentales para las tareas que desarrollan sus empresas", según la patronal.
La Confederación alerta de que un 24,1% del actual parque móvil, dada su antigüedad, no está sujeto a límites de contaminación, un porcentaje causante del 96,7% de las emisiones de NOx y del 98,5% de las emisiones de partículas del total del parque de maquinaria.
Este organismo planteaba un plan nacional enmarcado en las directrices del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que impulse la renovación del parque de maquinaria de las empresas con los fondos europeos o incentivos fiscales. Esto contribuiría a avanzar en la sustitución de máquinas antiguas por nuevos modelos tecnológicamente «más avanzados, limpios, eficientes energéticamente y seguros».
Sin embargo, las noticias que llegan no son buenas. Es preocupante que el Ministerio de Transición Ecológica reconozca, como se ha publicado recientemente, que "no ha tenido la posibilidad de incluir la petición del sector en la adenda que negocia con Bruselas sobre los Fondos de Recuperación". El secretario de Medio Ambiente argumenta al respecto el "escaso tiempo que se tenía para gestionar la petición [de la CNC], dado que en esos mismos días se cerraba la Adenda al plan -las nuevas condiciones que se negocian ahora con Bruselas".
Inversión necesaria
La opción de alquilar maquinaria ahorra costes a las empresas, y más actualmente en el contexto de tipos de interés altos lo que dificulta a muchas empresas su acceso a nuevas máquinas. También ahorra tiempo y preocupaciones de mantenimiento o transporte. Además, esta modalidad cumple con todos los principios de la economía circular, minimizando el impacto medioambiental de las actividades de construcción o de los costes que implica la organización de grandes eventos.
Además, alquilar maquinaria en el sector de la construcción tiene un efecto positivo sobre el medio ambiente, según la ERA (European Rental Association). Compartir equipos y optimizar su uso puede reducir las emisiones de carbono hasta un 50% durante el ciclo de vida de los equipos alquilados y reduce el impacto climático global de la industria.
De hecho, la propia UE subraya que "las políticas públicas de fomento de la renovación eficiente energéticamente dan respuesta a la pobreza energética, contribuyen a la salud y bienestar de las personas y ayudan a reducir su factura energética". Las compañías hacen esfuerzos de inversión, presentan planes para optar a estos fondos, y todo ello invirtiendo un tiempo precioso que deben compaginar con su actividad diaria. Entonces, y a pesar de estas iniciativas, ¿por qué no llegan las ayudas para renovar el parque?
De seguir así, muchas empresas tendrán que seguir trabajando con esas obsoletas y contaminantes máquinas porque no contarán con fondos públicos ni incentivos fiscales para su sustitución por otras más modernas y eficientes. Esto iría en contra de la filosofía que encarna la economía circular, una de las señas de identidad de las empresas alquiladoras.