
La campaña de verdeo tiene unos comienzos que varían en función de las variedades. Así, las gordales se comienzan a recoger en la última semana de agosto; manzanilla, en la primera semana de septiembre y las hojiblancas a partir del día 11 de septiembre. Dcoop tiene presencia en el sur de la península ibérica, y los empleados del Grupo que trabajan en la Sección de Aceituna de Mesa fueron 479 con datos de diciembre de 2022.
Mayoritariamente hay presencia de hojiblanca, manzanilla y gordal. Asimismo, todo depende de la zona, el estado de madurez del fruto, las zonas que tengan riego… Se comienza en aquellos lugares donde el estado de madurez del fruto permite su recogida para aceituna de mesa.
Este año estamos ante una campaña muy condicionada por la climatología, la falta de lluvias y corta cosecha debido a los factores climatológicos que influyeron en la floración del fruto (durante los meses de abril y mayo), mermando considerablemente la cantidad de aceitunas en el árbol. Así, se va a ver influenciada por las lluvias del mes de septiembre y de octubre que podrán dar lugar a que los frutos verdeables puedan ser mayores, pero siempre teniendo en cuenta que en el mejor de los casos podríamos estar hablando de un 50% de cosecha con respecto a una cosecha media.
Los últimos aforos realizados por la administración sitúan en las distintas variedades una cosecha muy por debajo de la media en hojiblanca. Para manzanilla y gordales, igual a la media de los últimos años, aproximadamente, y cacereñas, carrasqueñas y otras, muy superior a la media.
El total de previsión a día de hoy se sitúa en un 25% por debajo de la media en el cómputo general de todas las variedades. Siendo la reducción más significativa en la variedad hojiblanca.
En cuanto a la recogida, es diferente en función de la variedad: hojiblanca está más mecanizada, mientras que manzanilla, gordal, y otras sigue manteniendo un porcentaje de recogida manual.
Las lluvias llegaron en mayo y junio, el verano ha sido el más caluroso desde que tenemos registro y es menor la cantidad disponible en pantanos que repercute en las zonas de regadío, que han visto recortado el aforo de agua concedido hace que la merma en cosecha se vea muy afectada y de ahí que la previsión sea la más baja históricamente en los últimos años. Si llueve, podría facilitar la recogida del fruto que tiene el árbol.
Las lluvias ayudarían a los porcentajes de lo que hay en el campo destinado a aceituna de mesa, pero no incrementarían la carga de los árboles porque si no hay, no hay. El agua que venga ayudará para el año que viene, aunque es cierto que si el olivo tiene fruto, le puede ayudar actualmente, pro lo que esa aceituna se podría destinar para mesa o molino (aceite).
Ahora bien, el precio de pago para los olivareros va a depender mucho de las interferencias agronómicas, fitopatológicas (condiciones de enfermedades de las aceitunas), climatológicas, laborables y comerciales (si hay mano de obra para recoger, si el mercado va a aceptar o no esos posibles precios al alza) y principalmente este año influye muchísimo en el precio de la aceituna de mesa el elevado precio del aceite y la repercusión mediática que está generando. Muchos agricultores que tengan variedades de doble actitud como la hojiblanca, pueden dejarla para molino debido a los altos precios que se están estudiando.