
Saudi Telecom Company pretende tener voz y voto en Telefónica. Con ese fin, reclamará, al menos, un puesto en el consejo de administración de la operadora. De este modo, igualaría la representación en el máximo órgano ejecutivo de BBVA y CaixaBank, que tienen menos participación en la operadora. La reclamación de STC es comprensible tras invertir 2.100 millones para adquirir el 9,9% de Telefónica. Un desembolso que avala el objetivo de la firma de ocupar un sillón en el consejo y acceder así a una información más completa sobre la situación real de la operadora. Pese a ello, el Gobierno debe estudiar la operación con esmero y valorar si las intenciones reales de STC no son hacerse con el control de una firma estratégica para Defensa.