
Los malos augurios sobre la economía mundial de finales de 2022 no se cumplieron y esa realidad se reflejó en la evolución del Ibex en la primera mitad de 2023. Lejos de ser un semestre para olvidar, el selectivo cierra su mejor resultado entre enero y junio de los últimos 25 años, con una subida del 15%. Sobre esta base tan positiva, los analistas aún le atribuyen un recorrido al alza del 20% en lo que queda del año. Ahora bien, tan buenos augurios tienen como fundamento que la Fed y el BCE cumplan con su hoja de ruta prevista, y en EEUU solo haya una subida de tipos más en 2023, y en la eurozona se limiten a dos más. Debe considerarse que esas perspectivas pueden descarrilar por completo si la inflación sigue planteando problemas a ambos lados del Atlántico.