
La transformación digital ha revolucionado la forma en que se gestionan los negocios, y se ha convertido en un tema candente en el mundo empresarial. La utilización de herramientas digitales como el Big Data, las criptomonedas, la inteligencia artificial y las Fintech, se han vuelto cada vez más popular. Estas herramientas, aunque diferentes entre sí, se complementan para mejorar la eficiencia y la productividad.
En España, en los últimos tiempos, ha habido un notable crecimiento de empresas vinculadas a las criptomonedas y a la inteligencia artificial. Estas empresas están demostrando un gran dinamismo y están preparándose para un futuro prometedor, aunque no exento de desafíos e incertidumbres. Por ejemplo, Prosegur Cash ha anunciado un acuerdo con Minos Global para ofrecer servicios de custodia y pagos con criptodivisas a clientes institucionales. Este avance es significativo, ya que acerca las criptodivisas a su función principal, que es servir como una unidad de cambio en el comercio, al igual que las monedas tradicionales como el euro y el dólar.
Otra empresa española destacada en este campo es Substrate Artificial Intelligence, la primera pymes especializada en inteligencia artificial que cotiza en BME Growth. Esta empresa logró duplicar sus ingresos al cierre de 2022, lo que muestra el creciente interés en esta tecnología en el mercado.
Sin embargo, uno de los principales desafíos que enfrentan las criptomonedas es su alta volatilidad, especialmente en los últimos años. Aunque la pandemia de COVID-19 impulsó el crecimiento de criptomonedas como Bitcoin y Ethereum, también hubo altibajos que resultaron en grandes beneficios para algunos y grandes pérdidas para otros. Por esta razón, las empresas que operan en el ámbito de las criptomonedas buscan normalizar su uso y mitigar los riesgos asociados con la volatilidad.
El interés en las criptomonedas ha llevado a los bancos centrales a acelerar la introducción de sus propias monedas digitales conocidas como Central Bank Digital Currencies (CBDC). El Banco Central Europeo, por ejemplo, está llevando a cabo pruebas piloto con el euro digital y tiene como objetivo implementarlo a partir de 2025. Esta medida tiene como objetivo preservar la soberanía y la eficacia de las políticas monetarias de los bancos centrales, que podrían verse amenazadas por las criptomonedas.
En resumen, las empresas vinculadas a las criptomonedas y otras herramientas digitales en el ámbito financiero y empresarial enfrentan tres grandes desafíos. En primer lugar, deben convertir las criptomonedas en una unidad de cambio aceptada en el comercio, algo que aún no se ha logrado plenamente. En segundo lugar, deben competir con las CBDC de los bancos centrales, ya que estos últimos no quieren perder el control sobre el sistema monetario. Por último, el marco regulatorio de los criptoactivos y la inteligencia artificial sigue siendo un desafío, con la necesidad de adaptar las regulaciones nacionales a las normativas comunitarias.
El éxito de las pymes vinculadas al sector de las criptomonedas y la inteligencia artificial dependerá en gran medida de cómo se resuelvan estos desafíos. A medida que se superen y se establezcan soluciones claras, el valor de sus activos en los mercados se verá directamente afectado. Es un momento emocionante para el sector digital, pero también es crucial abordar estos desafíos de manera efectiva para asegurar su crecimiento y desarrollo sostenible.