
Lo que haga la Reserva Federal con los tipos de interés es determinante para los mercados de renta fija, y para las bolsas. Por eso, el cambio de rumbo que se confirmó ayer es especialmente importante: los inversores han pasado a descontar una subida de tipos en el mes de julio, algo que parecía impensable hace tres semanas, cuando sólo se veían bajadas para el resto del año.
Después de que algunos halcones de la Fed, como Bullard y Kashkari, insistiesen esta semana en la necesidad de volver a mover ficha para atajar una inflación aún en niveles muy superiores al objetivo de la institución, los inversores se han convencido de que lo harán. De hecho, el mercado ya atisba los tipos en la horquilla del 5,25%-5,5%, lo que frenará aún más el PIB de EEUU.