Iberdrola se prepara para actualizar su marca después de 22 años. Para ello, varía su logotipo, introduciendo las minúsculas en sus diferentes nombres: Iberdrola, Avangrid, Neoenergia o Scottish Power.
Asimismo, la eléctrica rediseña también las tres hojas que introdujo en el año 2002. Entonces, la firma revolucionó por completo su imagen corporativa, abandonando el histórico color azul. Con ello, Iberdrola se diferenció del resto y se erigió como la eléctrica que apostaba por las energías renovables. Salta a la vista que el cambio actual no alcanza las cotas de entonces. Pero eso no es motivo para restarle importancia, ya que refleja el interés de la firma por seguir adaptándose a los cambios de la sociedad, además de confirmar su estrategia en pro de la generación verde.