Opinión

Primero de mayo, ¿algo que celebrar?

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Este lunes, como es conocido se celebra el día del trabajo. El jueves pasado tuvimos la Encuesta de Población Activa –EPA-, el estadístico, publicado por el Instituto Nacional de Estadística –INE- que utilizamos los economistas para medir la salud de un mercado laboral. ¿Habrá algo que celebrar este primero de mayo?

El actual Ejecutivo, con la ministra Yolanda Díaz a la cabeza, ha venido vendiendo la bondad de su gestión y han sacado pecho por la aprobación de los contratos temporales indefinidos. Sin embargo en la última EPA, correspondiente al primer trimestre del presente año, no parece haber datos que avalen el optimismo.

El número de personas de la población activa, aquella que está en edad de trabajar o busca empleo, ha registrado un alza en el desempleo de 103.800 personas, por lo que la tasa de desempleo se alza hasta el 13,26%. La ratio de parados vuelve a estar, tristemente, por encima del 13% por lo que pocas alharacas de alegría al respecto. El dato anterior tampoco da para lanzar las campanas al vuelo, cierto que el primer trimestre del año es un mes tradicionalmente de aumento de los desempleadas, si bien en el pasado trimestre del 2023 es el más alto desde 2013, sin tener en cuenta, por la pandemia, el 2020. Por tanto en este primero de mayo hay cuestiones por las que preocuparse debido al frenazo económico que el país esta atravesando.

Nuestra economía es incapaz de asumir el aumento de la población activa en prácticamente 93.000 nuevas personas, generando además desempleo. Es precisamente el ascenso de la población activa y el aumento del desempleo el que explica ese incremento de la ratio de desempleados por encima del 13,0%.

Ahondando más en lo malos datos miremos los trabajadores a tiempo completo y a tiempo parcial. En el primer caso, jornada completa, hay una disminución de 23.600 personas; en el segundo, jornada parcial, la evolución es la contraria con un aumento de este colectivo en 34.700. Se sigue nuevamente destruyendo empleo a tiempo completo y se sustituye por jornadas parciales. Convendrán conmigo que tampoco es ésta una buena noticia.

Sigamos escrutando la estadística publicada por el INE, esta vez atendemos al movimiento de personas activas que pasan a ser desempleadas y las que pasan a esta ocupadas. Otra vez la realidad empeora pues 534.400 personas pasan a ser paradas, mientas que son 429.100 ciudadanos encuentran trabajo; claro que aldabonazo definitivo viene a ser el número de inactivos que se fueron al paro cuya cifra es de 718.000 personas. ¿Seguimos pensando que el mercado laboral registra una mejoría? Desde luego los datos vistos hasta el momento lo desmiente.

Vamos ahora con alguna otra sorpresa, especialmente en cuestiones que les preocupa a muchos de nuestros ciudadanos, me refiero al paro juvenil y a los hogares que tienen a todos sus miembros desempleados. En el caso de los jóvenes hay 474.400 de ellos desempleados, al haber aumentado en 10.300 jóvenes la cifra de desempleados; la tasa de para en este sector es del 30,3%. Son precisamente los jóvenes con los trabajadores de entre 40 y 44 años los que perdieron más puestos de trabajo.

Veamos el segundo grupo, el de los hogares con todos sus miembros desempleados, este grupo registra un aumento de 7.800 hogares en el trimestre, en el año son 2.500 más. Si me permiten y para abundar en el desastre laboral de este país déjenme complementar la anterior información con la de los hogares con todos sus miembros ocupados, lo digo dado pues los mismos han caído en 43.300, hogares cierto que en el año se han incrementado en 43.300. Aún a pesar del buen sabor que boca que deja este último dato anual, viendo la evolución del resto de cifras, la estadística es dolorosamente descarnada con nuestro mercado laboral.

Muchas veces los economistas, yo mismo lo hago, inclinamos nuestras tintas y nuestros deseos a que aumente el empleo industrial frente al de otros sectores productivos como el de servicios. La razón es muy sencilla pues el primer sector, el industrial, genera un empleo mucho más duradero, sólido y mejor remunerado. Nuevamente la realidad desmiente que este deseo se cumpla, pues en el pasado trimestre el sector servicios (atención al efecto semana santa) suma 7.800 nuevos ocupados, en industria al contrario la caída es de 11.200 persona. Nuevamente recordar que España no acaba de incrementar su sector industrial y continúa muy vinculada al sector servicios. Mal desarrollo y peor ajuste para ganar solidez y más salarios para nuestros ciudadanos, así de paso aumentan las cotizaciones para las pensiones.

El aumento del desempleo ha sido como el café para todos, analicemos los diferentes grupos de personas y veremos los números. El paro aumenta tanto en hombres como mujeres, entre el primer grupo el número de desempleados es de 28.400 más, mientras que para las féminas la cifra asciende a 75.400 mujeres más. Si nos vamos a la nacionalidad, españoles o extranjero, la misma tónica que la anterior para los nacionales 45.200 y para los foráneos 58.600 parados más. También entre los empleados privados y públicos, donde la disminución es de 8.800 y 2.300 personas respectivamente.

A la cifra general y posteriormente entrando en detalle vemos que lejos de las proclamas triunfalistas, realmente nuestro mercado laboral sigue con muchos problemas y es el peor de toda la Unión Europea. ¿Algo que celebrar?

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