Las empresas cotizadas en la bolsa española cerraron el pasado año con un beneficio conjunto de 65.763 millones, lo que representa un descenso del 4% frente al récord logrado en 2021, de 68.508 millones.
Una caída que se explica por las integrantes del Ibex, con una rebaja de las ganancias totales del 7,1% y que se produce pese a que el total de las compañías cotizadas ingresaron un 26,6% más el pasado año. Esto demuestra con claridad que el difícil contexto del pasado año debido a la inflación y a la guerra en Ucrania ha pasado factura a los márgenes de las empresas. Una realidad que tumba por completo las infundadas acusaciones vertidas por miembros del Gobierno de que las grandes multinacionales han aprovechado el alto IPC para elevar su rentabilidad.