Ferrovial ha propuesto una fusión entre la matriz y su filial en Holanda. Una operación que supondría el traslado del domicilio fiscal de la compañía a Países Bajos. Con ello, la constructora ahorraría el 5% que ahora debe pagar en nuestro país de los beneficios que percibe a través de los dividendos recibidos por sus filiales.
También podría propiciar que algunos de sus ejecutivos esquivara el impuesto a los mal llamados ricos si cambia su residencia fiscal. La multinacional española se convierte así en la primera en materializar la amenaza de irse cuando se introdujo la tasa sobre los beneficios fuera en 2021. Además, esto podría generar un efecto dominó que amenaza con llevar a otras firmas, como bancos y energéticas, a trasladarse a otros países de la UE, para evitar el impuestazo. El Ejecutivo debe darse cuenta que está jugando con fuego por su desmedido afán recaudatorio.