
La Comisión Europea consultará a las telecos y a las plataformas online sobre la implicación económica de aquellas compañías que utilicen, al menos, el 10% de la capacidad de la red.
Es decir, Europa abre la puerta a que las grandes tecnológicas cofinancien los costes de las conexiones. Hasta ahora, las operadoras están obligadas a realizar grandes inversiones en mejorar unas infraestructuras de conectividad de las que gigantes como Google, Amazon, Apple o Netflix se aprovechan sin pagar nada a cambio. Es por ello necesario que esta situación acabe para lograr una economía digital más equilibrada en Europa. Si los Gobiernos europeos quieren avanzar en ese objetivo, no pueden permitir que se vulneren las reglas más básicas de la competencia.