
Las constructoras cerraron en 2022 contratos de obra pública en España por 13.648 millones. Se trata de la cifra más alta en 12 años, lo que no supone ningún hito ya que el volumen de licitaciones en nuestro país ha sido normalmente bajo a raíz de la crisis financiera de 2008.
Esto forzó a las empresas a buscar fuera las oportunidades que no encontraban en España, lo que las convirtió en referentes del sector a nivel mundial. La recuperación del mercado nacional es una buena noticia para las empresas, ya que refuerza su crecimiento, pero también para el propio país. Es cierto que en el incremento de los contratos influye la cercanía de las elecciones. Pero también es verdad que la obra pública bien dirigida es inversión productiva lo que beneficia a la economía en su conjunto.