
El sector energético prepara inversiones por 46.800 millones en los próximos tres años en nuestro país para impulsar la transición energética. Un esfuerzo inversor al que, sin duda, contribuye el buen momento de negocio de las compañías.
Algo especialmente reseñable en el sector petrolero que, gracias a la subida de los márgenes del refino, presentará unos excelentes resultados correspondientes al ejercicio pasado. Debe valorarse de forma positiva que las empresas aprovechen la recuperación de los resultados tras la crisis del Covid para impulsar sus respectivos procesos de descarbonización con notables desembolsos. Una estrategia que, además, deja sin argumentos al Ejecutivo cuando critica a estas sociedades por los elevados beneficios que obtienen.