
A menudo se abusa del término "transformación digital", que puede interpretarse con una variedad casi infinita de enfoques. Dicho esto, existe una generalización en lo que respecta a la idea básica de la transformación digital: pasar del uso de la tecnología como mero potenciador de los procesos a situarla en el núcleo de una empresa y utilizarla como motor de nuevas y mejores formas de trabajar.
También existe consenso en cuanto a la necesidad de alinear la infraestructura TI de una organización con los requisitos de negocio, como primer paso hacia la transformación digital, y la mayoría opta por cloud computing como vehículo para lograr ese objetivo. Sin embargo, la nube tiene muchas formas y en los últimos años se han producido grandes cambios, no sólo en las tecnologías, sino también en su uso.
Un viaje, no un destino
Una de las lecciones que mejor hemos asimilado es que la transformación digital no puede tratarse como un proyecto aislado. Por el contrario, debe considerarse un proceso continuo que requiere un ajuste constante a medida que evolucionan las nuevas tecnologías y los servicios de soporte. Especialmente cuando se trata de cloud computing que, a su vez, sigue transformándose a un ritmo cada vez más acelerado.
Al principio, por ejemplo, se distinguía muy claramente entre plataformas públicas compartidas, como AWS y Microsoft Azure, y nubes privadas, en las que los clientes despliegan y gestionan su propia infraestructura. Las primeras se vendieron en gran medida con la promesa de poder pasar de la financiación CapEx a la OpEx, además del acceso a una escalabilidad ilimitada bajo demanda. Las segundas atraían a los más reacios al riesgo, en particular a las empresas de sectores muy regulados como la banca y los seguros, que querían tener la propiedad y el control de todos los aspectos de sus TI.
La falta de integración entre estas nubes de primera generación llevó a muchas empresas a pensar que tenían que elegir una u otra -pública o privada- y ceñirse a ella, pero eso ya no es así. Las diferencias entre nubes públicas y privadas se han difuminado, hasta el punto de que ahora es posible no sólo combinar ambas, sino desplegar múltiples nubes para satisfacer las necesidades de aplicaciones específicas y mover esas cargas de trabajo entre ellas con mayor facilidad. Tanto es así que, en una reciente encuesta global del sector, más de la mitad (57%) de las grandes empresas (más de 5.000 empleados) identificaron la multicloud híbrida como su modelo preferido de TI, cifra que aumentará hasta el 80% en los próximos tres años.
Buen ejemplo de ello es Société Générale, uno de los principales bancos de inversión de Francia, que comenzó a construir su nube privada con Nutanix en 2015. Desde entonces, el banco ha seguido ampliando, escalando y desarrollando esa inversión. Su nube ejecuta más de 45.000 máquinas virtuales en más de 1.000 nodos y es una parte clave de los ambiciosos planes de transformación digital del banco. Como explica Hery Ramenason, responsable de Infraestructura Global Cloud as a Service: "Cloud está impulsando la transformación digital en todas partes. Especialmente en un negocio como Société Générale, donde cloud se ha convertido en la fábrica, el corazón vivo de nuestra operación, con un profundo impacto en
cómo trabajamos y cómo prestamos servicios a socios y clientes. Pero no podemos quedarnos quietos. Mientras continuamos escalando y haciendo crecer nuestra cloud privada de primera generación, investigamos para aprovechar las innovadoras tecnologías de nube pública como parte de un enfoque híbrido multicloud".
La TI debe ser híbrida por diseño
Independientemente del tamaño o tipo de empresa, está claro que un enfoque híbrido multicloud para la transformación digital es lo que la mayoría de las organizaciones recomiendan ahora. Sin embargo, eso no lo hace fácil, entre otras cosas porque el soporte para el trabajo híbrido entre nubes sigue siendo una prioridad relativamente baja en lo que respecta a muchos proveedores de plataformas y servicios.
Sí, es posible migrar cargas de trabajo virtualizadas de una nube pública a una infraestructura privada y viceversa, pero los procesos rara vez son sencillos y pueden ser difíciles de automatizar. Lo mismo ocurre cuando se trata de conectar aplicaciones a almacenamiento, redes y otros servicios compartidos que, a su vez, pueden estar en nubes diferentes o, peor aún, encerrados en plataformas tradicionales que son aún más difíciles de integrar. Pensaba que los silos habían desaparecido, pero no es así, sólo se han trasladado a la nube.
Por otra parte, tenemos la cuestión de gestionar todas esas plataformas, aplicaciones y servicios de soporte, así como la búsqueda de las habilidades necesarias para mantener una infraestructura híbrida multicloud segura y siempre disponible. Ahí es donde Nutanix puede ayudar, con una plataforma cloud híbrida by design, por lo que puede desplegarse en cualquier lugar: on-site, en centros de datos de coubicación o nubes públicas con total interoperabilidad entre esas implementaciones. Nuestra plataforma permite a las empresas migrar cargas de trabajo entre nubes sin necesidad de volver a programar, además de proporcionar una visibilidad total y una gestión centralizada de todos los aspectos de la infraestructura híbrida en su conjunto.
Herramientas de automatización y gestión de la seguridad preparadas para entornos híbridos, capaces igualmente de funcionar en múltiples plataformas cloud son cada vez más demandadas. Del mismo modo, cuando se trata de integración y gestión de bases de datos, DBaaS (Database as a Service) se consolida como un estándar. Asimismo, para las empresas que buscan desarrollar aplicaciones modernas nativas en cloud, su socio tecnológico debe contar con soporte para una amplia gama de contenedores Kubernetes, así como servicios de datos integrados y herramientas para permitir a los desarrolladores proporcionar Infraestructura como Código (IaC).
Por todo esto, cada vez más empresas confían en modernizar sus infraestructuras tradicionales para implementar mejor los planes de transformación digital y encontrar el lado bueno de sus inversiones cloud.