Opinión

El poder comercial de la UE se desvanece

Es la superpotencia reguladora del mundo. El tamaño de su mercado hace que nadie pueda ignorarla. Y su capacidad de negociación le permite aplastar a otros países para que acepten sus condiciones. La UE da mucha importancia a su influencia en el mundo. Y su fuerza y peso se venden como uno de los principales beneficios de la pertenencia a la Unión, y una de las grandes pérdidas para el Reino Unido.

Pero espere. En los últimos meses, la UE ha librado una furiosa guerra contra las subvenciones y aranceles abiertamente proteccionistas de Joe Biden. Se ha quejado de que son injustos y ha lanzado amenaza tras amenaza de represalias. ¿Y el resultado? Nada. EEUU simplemente se ha encogido de hombros, y posiblemente ni siquiera se ha dado cuenta. Hay una lección importante en ello. El poder de la UE como bloque comercial se está desvaneciendo rápidamente. Puede que algunos funcionarios de Bruselas sigan pensando que es importante, pero para todos los demás es cada vez más irrelevante.

En los últimos meses, la UE ha estado librando una campaña cada vez más histérica contra las subvenciones y aranceles de Biden destinados a convertirla en una fuerza dominante mundial en energía verde. La extrañamente llamada Ley de Reducción de la Inflación (IRA), que no parecía tener mucho que ver con el IPC ni mucho menos con su reducción, comprometía a EEUU a gastar 375.000 millones de dólares en energía verde. Incluía medidas claramente proteccionistas, como una subvención de 6.000 dólares para los nuevos coches eléctricos siempre que se fabricaran en suelo estadounidense, y pulmones a las empresas energéticas que pusieran en marcha energía eólica y solar. Si añadimos sus restricciones a la exportación de semiconductores y otros productos de alta tecnología, la administración Biden ha puesto en marcha la estrategia industrial más ambiciosa que EEUU ha intentado en años.

Como han denunciado con razón el presidente Macron de Francia y Ursula von der Leyen de la UE, la estrategia es injusta. Tuerce las reglas del comercio mundial y perjudica especialmente a Europa. Los alemanes son enormes fabricantes de coches eléctricos de lujo, y los franceses están invirtiendo miles de millones de euros en la producción de baterías. Será difícil para las empresas europeas competir por los clientes estadounidenses durante la próxima década, y si no pueden hacerse con una tajada de ese mercado no podrán competir a escala mundial. Es cierto que los franceses en particular (el país que nos dio la PAC y la máquina de subvenciones con alas conocida como Airbus) se quejan de que se están incumpliendo las normas comerciales. Pero en el fondo su argumento es razonable. La UE se está quedando fuera de los mercados de la energía verde.

Se ha amenazado con todo tipo de represalias. Los políticos franceses y alemanes han pronunciado un discurso tras otro condenando la política estadounidense. Ha lanzado su propia Ley de chips, invirtiendo más de 40.000 millones de euros en construir su propia industria de semiconductores. La hiperactiva comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, ha dejado de imponer multas millonarias a Amazon y Apple para proponer la suspensión de las normas de competencia y permitir a los Estados miembros subvencionar a los campeones nacionales. Y ha amenazado con imponer aranceles a los productos estadounidenses. Ha quedado claro que Europa hará todo lo que esté en su mano para que Biden cambie de rumbo.

Sin embargo, hay un problema. Nadie parece haberse dado cuenta. No hay indicios de que EEUU vaya a dar marcha atrás, suprimir alguna de las subvenciones o hacer el más mínimo movimiento para garantizar la igualdad de condiciones entre las empresas estadounidenses y las europeas. Si le han preocupado las amenazas procedentes de Europa, no hay señales de ello.

Para la UE, esto es sin duda preocupante. Una de las principales ventajas de pertenecer a la UE era que era el bloque comercial dominante en el mundo. Establecía las normas que todos debían seguir. Tenía peso para negociar cualquier acuerdo que quisiera, porque el mercado único era tan grande y tan importante que nadie podía ignorarlo. Y daba a países que, de otro modo, no tendrían mucha importancia, un asiento en la mesa principal. Puede que en otros tiempos esto fuera cierto. En 1980, la UE representaba por sí sola el 30% del PIB mundial. Ahora sólo representa el 15%. En términos de producción total, es más pequeña que EEUU y, desde el año pasado, también que China. En sectores clave como los semiconductores, representaba más del 30% de la producción mundial a principios de siglo, pero ahora representa menos del 10%.

Se mire por donde se mire, se está hundiendo en la irrelevancia (al igual que el Reino Unido en términos de influencia económica mundial). Esto se debe en parte a que China, gran parte de Asia, al menos la mitad de África y, de hecho, también EEUU, han crecido mucho más rápido. Y en parte se debe a que su sobrecargado sistema normativo y el enorme volumen de su factura del bienestar han ralentizado a sus principales empresas hasta tal punto que apenas pueden competir ya en la escena mundial. Sea cual sea la explicación, el resultado es el mismo. Un mercado que representaba un tercio del PIB mundial importaba a todo el mundo. Pero ¿un mercado que representa una octava parte y se reduce cada año que pasa? No tanto. Puede que algunos funcionarios de Bruselas sigan imaginando que son una superpotencia reguladora y comercial, capaz de dar órdenes sobre otros países y exigir cambios siempre que los necesite. Sin embargo, el fracaso a la hora de obtener concesiones de la administración Biden ilustra cómo eso ya no es cierto. La evidencia nos dice que le queda poca influencia, y por muchas amenazas que haga nadie le hará caso.

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Comentarios 8

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Roboencampnou
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Amigo Matthew, tus análisis son siempre pormenorizados y elegantes. Pero tienes obsesión contra la UE. Nunca olvidaré cómo defendias lo bueno que iba a ser el Brexit para UK. Pues eso, tus análisis tienen una ceguera extrema. Mejor dedícate a comentar la Premier League.

Puntuación -1
#1
Usuario validado en elEconomista.es
gc1258
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Europa esta siendo atacada por los EEUU desde hace bastantes años. A partir de la salida de Angela Merkel y la llegada de Biden el ataque es mas directo y frontal haciéndonos evidente nuestro sometimiento colonial a los movimientos geoestrategicos americanos. El golpe de estado en Ucrania, la llegada al poder de los nazionalistas, los ataques permanentes a la población de origen ruso, la negativa a negociar y la posterior guerra hacen evidente el interés de EEUU por desestabilizar Europa y acabar de forma violenta con los acuerdos de colaboración de los europeos con Rusia y China que no eran del gusto de los anglosajones.

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#2
Bilbo
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Es obvio que con el crecimiento de India, China, Korea, o Vietnam las antiguas potencias van a tener que adaptarse a ser uno más entre el montón.

Europa o EEUU tendrán que olvidarse de los mantras capitalistas y recurrir a planes quinquenales invirtiendo grandes cantidades de dinero en industrias clave como energía y semiconductores copiando lo que ya hace China.

¡Y no hay más!. Las leyes de la economía se establecen sólas. Toca perder porque toca perder.

Europa y EEUU deben aprender del fracaso de Brexitania y no repetir los errores cerrando los ojos a la realidad e intentando comportarse como unas superpotencias que ya no son

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#3
Teudis Carmona
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Europa, la vieja Europa antaño colonizo el mundo. Hoy ha sido reducida a un lacayo de EEUU.

Son las políticas de EEUU las que le marcan su camino. Los intereses de EEUU están en convertir a Rusia y a China en enemigos. Europa como lacayos convierte a Rusia y a China de socios preferentes en enemigos no fiables.

La corrupción y insensatez reina en los dirigentes de la UE. Pero desgraciadamente son los ciudadanos los que pagan las consecuencias de estas políticas.

Occidente gasta miles de millones en financiar la guerra de Ucrania con una corrupción endémica. Al tiempo que los ciudadanos de Occidente malviven por la carestía, ..con salarios de miseria, pensiones insuficientes..

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#4
D Villamil
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"Aquí se fuma!"

Dónde se producen los bienes de consumo? En uropa ya no

Quién tiene las materias primas? en uropa ya no

Quién tiene la energía? en uropa no, se ha renunciado a ello porque si, "pa sarva ER praneta!"

Quién tiene la población joven y fuerte? En uropa ya no, las mujeres y mujeros uropeos y urapeas no quieren saber nada, nosotras parimos..nusoltres dedicidimos...y decidimos matar bebés, nuestros propios bebés.

Ah pero tenemos leopards! ..si, si, en casa viejas y adolescentes vestidas de leopards y leopords.

Pobres leopards uropeos, tan chulitos, tan engreídos, tan amanerados... los dragones asiáticos, el tigre siberiano, los leones de eurasia( léase Turquía) y las hienas..que no son cánidos sino mustelidos al igual que los inmigrantes no son refugiados sino soldados invasores de los países del Magreb.. se los van a comer vivos...ya se los están empezando a comer.

Cuando los turcos colgaron sus escalas de las murallas de Constantinopla... dentro de la ciudad ya cercada sus prebostes seguían discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Tal que aquí.

En fin .."E la nave va" (Federico Fellini)

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#5
Intruso
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La "Uropa" globalista es un rotundo fracaso, desde el punto de vista económico las grandes multinacionales europeas con sus empresarios y políticos al frente decidieron deslocalizar la producción de Europa y proporcionar el know how a China y otros países subdesarrolados -tigres asiáticos, Turquía etc.- con el fin de ganar trillones en lugar de billones, todo ello ha provocado un empobrecimiento feroz de las sociedades europeas y norteamericanas, y un crecimiento económico de esos países otrora subdesarrollados...no producimos nada, eso si, las multinacionales y los grandes fondos de inversión se han forrado con SU globalismo. Hay que recordar que gran parte de esas multinacionales surgieron con el dinero de los europeos, y crecieron con su trabajo y talento, sencillamente, nos han traicionado por un puñado de euros.

En cuanto al euro, solo ha servido también para que esas mismas transnacionales no tengan riesgo divisa dentro de los países de "Uropa" y compren fuera otras empresas con el euro, es decir, otro chollo para ellas. Los europeos solo nos hemos empobrecido con el euro.

Desde un punto de vista sociológico, el globalismo también ha propiciado y es el causante de los flujos de emigración desproporcionados y descontrolados hacia Europa -y USA- sin control alguno, procedente de sociedades cultural y/o económicamente a años luz de las nuestras. Solamente en España, nos han "metido" sin preguntarnos 8 millones de extranjeros, eso tiene consecuencias sociales y económicas nefastas para la población nativa europea como el dumping social de esos extranjeros que deprecian salarios, sumándose a ello el coste económico de esa inmigración masiva que se traslada a la sociedad europea hurtando sus recursos cada vez más escasos. También hay que destacar la inseguridad y aumento de la delincuencia, todo ello acompañado de una islamización de Europa, ya que, han importado con alegría el Islam y estamos viendo desde hace 18 años sus consecuencias, de hecho acabamos de verlo en Algeciras.

¿Tiene solución? si, pero hay fuerzas muy poderosas contrarias a que se solucione, y además no va a ser fácil, habrá que emplear la fuerza y la contundencia, el buenismo y el rollito progre se tienen que acabar. Para empezar cuando voten miren si los políticos del partido al que van a votar lleva un pin multicolor en su solapa, si lo llevan, no les voten, son parte del problema, no de la solución.

Puntuación 2
#6
VIO
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Excelente artículo, claro y conciso. Efectivamente, los técnicos de Bruselas se han aficionado a sacar numerosas y complejas normativas para justificar que trabajan, que de alguna manera dificultan e impiden el desarrollo industrial. Por otra parte, la guerra civil contra Rusia nos perjudica enormemente. Perder las materias primas rusas, incluido el gas y el petróleo, a favor de India, China y otros países, es un error gravísimo de la Unión Europea. Cuando la policía busca un culpable de un asesinato, el primer móvil que considera, a parte del pasional, es el económico. El único país que se ha beneficiado y lo sigue haciendo con la prolongación del conflicto es Estados Unidos. A la vista está. Nos va a vender durante 50 años su gas licuado de esquisto de baja calidad, ha vaciado su arsenal de bombas caducas a través de Kiev en Ucrania, y nos va a vender todo tipo de armamento ultramoderno que no nos hace falta. Europa, envejecida y económicamente en decadencia ha perdido el papel hegemónico mundial que tenía antaño. Piénsese que para invertir en Abu-Dabi hace falta depositar en uno de sus bancos un mínimo de 100.000,00 dólares, mientras que Europa se está llenando de migrantes que vienen a hacer los trabajos que los europeos ya no queremos. Europa lleva camino de convertirse en un inmenso parque temático cultural y se limitará a vivir del turismo. En política mundial vamos a quedar como un peón irrelevante y, efectivamente, así nos considera la administración de Joe Biden.

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#7
WARNING
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con una guerra en europa y apoyada por la union europea, el futuro es muy negro, que digo negro...negrisimo.

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#8