
Hoy finalizaba el plazo para las autorizaciones de proyectos renovables por valor de cerca de 40.000 millones. Una inversión que ha estado en serio riesgo de perderse por la burocracia administrativa que ha retrasado durante años desarrollos que habían presentado en tiempo y forma su documentación.
Consciente del peligro, el Ministerio de Transición Ecológica ha acelerado tramitando permisos para 14.800 MW en apenas un trimestre. Con ello ha salvado 15.000 millones de inversión. Además, se ha dado a sí mismo y a las CCAA hasta el 25 de febrero para sacar adelante el resto de proyectos y evitar así una ola de demandas de las empresas por daño patrimonial. Aunque la prórroga sea por ello positiva, jamás se debería haber llegado al punto de necesitarla.