
Mientras Sánchez se reunía este lunes con Larry Fink, presidente de BlackRock, el mayor fondo del mundo y tenedor de deuda pública española y de acciones del Ibex para darle la bienvenida a sus inversiones, Blackstone, el primer fondo extranjero en activos inmobiliarios españoles anunciaba la venta de una cartera de 1.500 viviendas por temor a que la nueva Ley de Vivienda imponga severos topes a los alquileres, por prescripción de Podemos. Ya saben que se coge antes al mentiroso que al cojo.
Ese mismo lunes, el presidente del Gobierno aprovechó su visita a Davos para mantener un encuentro cordial con los presidentes del Ibex. Entre los asistentes figuraban los máximos responsables de los dos grandes bancos españoles (Ana Botín y Carlos Torres), así como de las grandes eléctricas o petrolera (Francisco Reynés de Naturgy, junto a los consejeros delegados de Repsol, Josu Jon Imaz y de Cepsa, Maarten Wetseelar). Sólo el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, se desmarcó del encuentro. Los mismos con los que se enfrentará en los tribunales por los impuestos extraordinarios para financiar el coste de la crisis. De nuevo, los hechos no acompañan a sus buenas palabras.
España retrocedió al puesto 31 del índice Doing business elaborado por el Banco Mundial, que mide la facilidad para hacer negocios. La inversión extranjera siguió al alza el año pasado, pero aún está un 44% por debajo del nivel de 2018. Sánchez tendrá que seguir esforzándose mucho para convencer a los inversores extranjeros de las bondades de su política económica.
Seamos realistas. Al presidente le aburren estas cifras, su visita al Foro de Davos forma parte de la larga carrera de actos preparados para ensalzar su figura política, que concluirá con la presidencia de la Unión Europea en el segundo semestre.
En los mentideros de la capital se asegura que Sánchez acentúa su perfil internacional por la cercanía de las elecciones y porque en caso de perder los comicios, aspira a suceder al presidente del Consejo Europeo, el belga Charles Michel, que concluye su mandato a finales de 2024.
El jueves escenificó la firma del tercer Tratado de Amistad con el presidente francés, Emmanuel Macron, junto a tres vicepresidentas del Gobierno español y una docena de ministros franceses, con la promesa por enésima ocasión de desbloquear las interconexiones energéticas o las infraestructuras por tren y carretera. Empresas públicas como Renfe o Correos obtienen largas o la callada por respuesta a sus peticiones para operar en el país vecino mientras que Moncloa abre de par en par las puertas a la francesa Ouigou o al correo público galo, presente en la española Seur.
El proyecto de crear una "Europa más soberana" aglutinando los intereses de los países del sur es un sueño irreal. Francia jamás estará interesada en dar acceso rápido a las exportaciones de energía o de otros productos españoles a través de su territorio porque desbarataría su agricultora y su plan faraónico de centrales nucleares. El nuevo gasoducto h2med, Barcelona-Marsella, que sustituirá al Midcat, sólo podrá transportar hidrógeno, una energía sin apenas uso hoy en día, y con un coste aún por determinar.
Los próximos 1 y 2 de febrero, el presidente español, acompañado por un séquito de 12 de sus 23 ministros, viajará a Rabat para abrir la nueva etapa de amistad con el Rey Mohamed VI. En la cumbre bilateral se pondrán sobre la mesa inversiones por miles de millones en proyectos difíciles de concretar.
En todos los encuentros bilaterales, Sánchez exhibe el mismo discurso: la economía española resiste mejor que el resto de Europa y esquivará la recesión este año. ¿De verdad es así?
Nuestro país cerró 2022 con una tasa de inflación del 5,7%, la más baja de Europa gracias al desplome de los precios de la energía en los últimos meses del año. Sin embargo, la inflación subyacente, que excluyes la energía y los alimentos frescos, está en el 7%, el mismo porcentaje que en la media de la UE, donde el IPC general alcanzó el 9,2% el año pasado.
La interconexión del gas con Argelia, así como la excepción ibérica introducida por la vicepresidenta Teresa Ribera, que elimina a este hidrocarburo de la formación de precios de la tarifa eléctrica, han permitido rebajar más los costes energéticos que el resto de Europa. Esta última semana, con vientos y lluvias en toda la península, el precio del kilovatio alcanzó precios inferiores a los existentes antes de la crisis.
Pero el problema de la inflación permanece intacto. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, advirtió en Davos de que aunque las perspectivas económicas mejoraron en el último trimestre del año y los primeros meses de éste, las posibilidades de entrar en recesión se retrasan a finales del ejercicio.
La institución europea mantiene intacta su hoja de ruta para situar los tipos en el 3,5%, pese a que los mercados cotizan en estos momentos un alza de 25 centésimas en vez de medio punto en la cita del comienzos de febrero, lo que alivió las primas de riesgo y los bonos de los todos los tesoros europeos.
Lagarde constata así a impresión de que podemos estar ante un falso espejismo de recuperación, gracias a la moderación de las materias primas y de la energía.
En el caso español, los datos mejoran por la buena marcha del sector turístico y del comercio exterior. El sector servicios tiene un peso de casi el 70% en la economía, mientras que las exportaciones crecen a tasas del 25% (a falta de conocer el dato de diciembre) gracias a la inflación. En volumen, apenas suben el 4%. Las benignas condiciones climáticas de noviembre y diciembre produjeron un arreón en las reservas hoteleras y de líneas aéreas.
Pero ¿es sostenible esta progresión económica para el resto de año? Todo apunta a que no. Europa, sobre todo Alemania, fue disciplinada y puso en marcha medidas de ahorro energético, junto a la firma de acuerdos de aprovisionamiento de gas o la construcción de regasificadoras que permitirán pasar este invierno sin carencias. Se llegó a temer un parón toda la industria.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) avisó en su último informe que el próximo invierno representa un desafío si no acaba la guerra de Ucrania. La oferta de GNL (Gas Natural Licuado) crece muy poco y Europa no contará con el gas ruso, que ahora aporta solo el 7% del consumo, para rellenar sus almacenamientos a partir de la primavera. A ello hay que sumar el esperado despertar de China, el mayor importador de gas y petróleo, que hasta ahora ha contribuido negativamente a la demanda. Con los contagios de Covid en plena efervescencia, el tirón chino también se aplaza a la segunda parte del año.
En España, hay que estar atentos al efecto de la inflación prolongada sobre el consumo interno, el principal motor económico. El colchón de ahorro se agotó, al pasar de más del 25% de la renta disponible durante la pandemia a sólo el 6% en la actualidad, la mitad de la media europea, según Eurostat. El encarecimiento de la financiación seguirá golpeando a familias y a las pequeñas y medianas empresas, sobre todo. Los concursos de acreedores crecieron alrededor de 70% hasta otoño.
El frenazo del consumo ya pasó factura al empleo en diciembre, con un raquítico incremento de poco más de 12.000 afiliados a la Seguridad Social y con una floja creación de empleo en el período de rebajas.
El Gobierno cuenta con un arma secreta para contrarrestar los efectos negativos de la crisis. La adenda de los fondos europeos solicitada por la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, repartirá 85.000 millones en créditos a tipos de interés muy bajos, que ase añaden a los 74.000 millones de los Next Generation, que empiezan a llegar con cuentagotas a las empresas. Pero será insuficiente, si los precios de la energía se desbordan de nuevo el próximo invierno.
Estados Unidos siempre va por delante de los acontecimientos y experimentó una caída de las ventas al por menor en diciembre, en plena campaña de compras navideñas, que acelera los temores a una recaída en la recesión en los próximos meses. Con este panorama, muchos economistas advierten que el espejismo de los precios energéticos se irá diluyendo a medida que avance el año y el fantasma de la recesión puede reaparecer en segundo semestre.