
El Living es sin duda uno de los sectores inmobiliarios más resistente y atractivo para los inversores debido a los cambios de hábitos y demográficos experimentados en la última década. Factores como el aumento de la esperanza de vida, la dificultad de acceso a la compra de una vivienda, especialmente para los más jóvenes, o la necesidad de nuevos espacios adaptados al descanso, el ocio y el trabajo impulsan un sector con un gran potencial y alcance.
Hablamos de un mercado que abarca todo el ciclo de vida de las personas (residencias de estudiantes, coliving, build to rent, senior living) y que representa un cambio de mentalidad. La forma en que vivimos está cambiando y con ello la concepción que tenemos sobre la vivienda: la propiedad está dando paso a la fuerte demanda de vivienda de alquiler; un alquiler más flexible, de calidad, gestionado profesionalmente y cada vez más alejado del tradicional, que pone el foco en las necesidades de los ocupantes.
Según apuntan las previsiones, estamos ante un cambio de tendencia que seguirá al alza en los próximos años. De acuerdo con los datos de Eurostat, el porcentaje de propietarios de vivienda en España ha caído 4,7 puntos porcentuales en la última década, pasando del 79,8% al 75,1% de la población en 2020.
Por otro lado, la población que vive de alquiler ha crecido hasta el 24,9%, frente al 20,2% que representaba en 2010. En cualquier caso, cifras lejos de la media de la Unión Europea (30,3%), y muy por debajo de países como Alemania o Austria, donde la población que vive de alquiler representa alrededor del 40%. Un porcentaje, el de España, que deja no obstante una gran oportunidad de desarrollo y de profesionalización.
Al carácter anticíclico del Living, que explica que no esté tan expuesto a la volatilidad de los segmentos más tradicionales proporcionando una atractiva rentabilidad, se une el potencial de crecimiento que supone para el sector el desequilibrio demográfico entre la falta de oferta de calidad y la creciente demanda.
Los inversores encuentran un amplio abanico de oportunidades surgidas por la tendencia constante a la urbanización de las principales capitales europeas, donde cada vez más inquilinos se enfrentan a una importante escasez de viviendas de calidad, y a la falta de una gestión profesional que entienda sus necesidades y estilo de vida. Al mismo tiempo, los inversores institucionales continúan rebalanceando sus carteras favoreciendo al Living sobre activos inmobiliarios tradicionales como oficinas y centros comerciales.
Con una demanda cada vez más elevada, el mercado español está marcado precisamente por la necesidad de contar con soluciones flexibles y asequibles, y con suelo para abastecer la necesidad de activos residenciales que requiere el mercado.
Esta reflexión nos ha llevado a compañías como Greystar a tomar medidas. En nuestro caso, hemos cerrado un fondo paneuropeo discrecional por valor de 1.550 millones centrado en activos residenciales de alquiler enfocado precisamente en proporcionar un nuevo estándar de alojamiento y servicio al mercado de alquiler europeo. El fondo está centrado en la adquisición y el desarrollo selectivo de activos residenciales de alquiler diseñados expresamente, acondicionados cuidadosamente y gestionados de forma profesional en las grandes ciudades de Europa, entre las que se encuentran Madrid o Dublín.
El capital alcanzado no sólo refleja la demanda institucional de inmuebles residenciales de alquiler en Europa, sino la falta de producto en el mercado diseñado en torno a las necesidades de los ocupantes.
Para solucionar la falta de stock dentro del mercado de vivienda asequible en España, durante 2023 vamos a brindar 2.500 unidades de alojamientos flexibles bajo nuestra marca Be Casa, creada por Greystar a partir de un profundo conocimiento de las necesidades de los clientes. Un servicio de calidad on site; amplias áreas comunes y servicios incluidos son las tres claves diferenciales de nuestro producto frente al alquiler tradicional. Ubicadas en Rivas-Vaciamadrid, San Sebastián de los Reyes y Valdebebas, las tres comunidades no solo van a brindar estudios y apartamentos de una o dos habitaciones totalmente amueblados, sino amplias zonas comunes, que aportarán una superficie media de 7.000 metros cuadrados, y una gran variedad de servicios incluidos en el precio.
El mercado no solo demanda una mayor oferta de alojamientos, sino un producto pensado para los ocupantes donde las nuevas necesidades del consumidor sean el eje central de su oferta. De este modo, buscamos dar respuesta a las nuevas demandas de la población, como una mayor flexibilidad; necesidad de espacios y entornos que equilibran la privacidad con el aire libre, y zonas comunes adaptadas al trabajo, el ocio y el descanso que permitan además crear comunidad.
Sin duda, estamos ante un contexto muy favorable para el sector Living, y en particular para el residencial en alquiler, marcado por una elevada demanda y falta de producto en alquiler de calidad. Más pronto que tarde, los segmentos del Living en nuestro país se equipararán cada vez más a los niveles del norte de Europa. Estoy convencido de que España tiene la estructura humana y de potencial para capitalizar todas estas oportunidades.