
La demanda de renta fija alcanzó 474.000 millones en los primeros 10 días del año. Una cifra que supera en más de 100.000 millones la media habitual de los últimos cinco años en el mismo periodo.
El dato refleja el interés de los inversores por subirse al tren de la deuda ante la atractiva rentabilidad que ofrece. De hecho, las emisiones lanzadas en este 2023 presentan un retorno medio que supera el 4%. Una ganancias que convierten a la renta fija en rival de las bolsas en un ejercicio en el que, además, presenta buenas perspectivas. No obstante, el ahorrador debe tener presente que un mal dato en la inflación (hoy se conocerá la de diciembre en EEUU) obligaría a los bancos centrales a endurecer la normalización monetaria, lo que pasaría factura a la renta fija.