
Las familias españolas que actualmente utilizan televisores de más de 15 años de antigüedad no estarán obligadas el próximo 1 de enero –como inicialmente estaba previsto– a cambiar su dispositivo para poder seguir viendo la programación de la TDT.
El nuevo plazo del apagón de las emisiones en formato estándar (TDT-SD) se fija para el 14 de febrero de 2024, para así ofrecer más tiempo a los hogares más modestos para adquirir un aparato, ya compatible con las emisiones de HD y superiores. El Ejecutivo ha mostrado una acertada sensibilidad ante la situación excepcional derivada de la pandemia, y las tensiones inflacionarias producto de la invasión de Ucrania, contingencias que ciertamente han ralentizado la renovación del parque de televisores.