Opinión

Inteligencia artificial y la defensa de los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual

Jordi Montaña. Profesor emérito de ESADE y director científico del Centro de Estudios de ANDEMA.

Hace poco leí en prensa que, Iban García del Blanco y José Manuel Gómez Bravo, defendían el repensar el papel estratégico de la propiedad intelectual como pilar básico de la economía creativa tecnológica.

Efectivamente, las aplicaciones de inteligencia artificial desde que en un lejano año de 1997 en que la máquina Deep Blue de IBM derrotó al campeón de ajedrez Gari Kasparov hasta nuestros días con el Metaverso, las NFTs (Non Fungible Tokens) y las criptomonedas, han tenido un crecimiento exponencial que aún nos deparará nuevas sorpresas en el futuro. Evidentemente esto tiene un impacto fundamental en la violación y defensa de los derechos de propiedad industrial e intelectual. Un estudio de la EUIPO (la Oficina de la Unión Europea para la Propiedad Intelectual) del 2022 pone de manifiesto el doble filo de la inteligencia artificial como amenaza y como oportunidad para dichos derechos.

Quizás sea oportuno recordar a los lectores que la inteligencia artificial es un campo de las ciencias de la computación focalizado en el desarrollo de sistemas para tareas que normalmente necesitarían la inteligencia humana. Las aplicaciones de inteligencia artificial tienen capacidades que tiene el ser humano: sentido y juicio, como el reconocimiento de imagen o de voz; razonamiento, pensando como las cosas se relacionan con lo ya conocido; actuación, en forma de un dispositivo asistente como Alexa; evaluación, un elaborador de perfiles para recomendaciones de investigación; deducción, un ingenio sugiriendo remedios cuando se muestran síntomas o predicción, como redes neuronales prediciendo la estructura de la proteína del COVID-19. Los diferentes subcampos de la inteligencia artificial que están desarrollándose actualmente son el aprendizaje máquina, el procesamiento de lenguaje natural, la visión computarizada, el lenguaje computarizado y los sistemas expertos. El Metaverso y las NFT's son consecuencia de estas innovaciones.

Todos estos desarrollos de la inteligencia artificial presentan a juicio del estudio de la EUIPO oportunidades, riesgos, limitaciones y tendencias para la defensa de la propiedad intelectual. Oportunidades como la mejor eficiencia en la detección y protección de las violaciones de marcas, riesgos éticos sobre la privacidad y ataques a derechos fundamentales, limitaciones de la dependencia de abundancia de datos de calidad y de una versatilidad limitada y tendencias de tecnologías de inteligencia artificial en aumento para vigilancia y, también, para malos usos. Como decimos, una espada de doble filo.

El pasado mes de septiembre se presentó en la Oficina Española de Patentes y Marcas un estudio supervisado por el Centro de Estudios de ANDEMA (Asociación para la Defensa de la Marca) y realizado por ClarkeModet en el que se ponía de manifiesto el liderazgo mundial de España en soluciones aplicadas a la defensa de la propiedad industrial.

A pesar del relativo desconocimiento de las soluciones existentes hay un interés manifiesto en las herramientas disponibles y la intuición de la relevancia de su uso futuro sobre todo en áreas de vigilancia en mercados tanto reales como virtuales y en la protección de derechos. La inteligencia artificial provee de ciberseguridad en la protección de marcas y en la lucha contra la piratería y las falsificaciones. En el Metaverso se prepara la regulación de nuevas representaciones de marcas en mundos digitales. De hecho marcas notorias ya han registrado sus marcas en el Metaverso. McDonald's ha solicitado el registro de más de once marcas para abrir un restaurante virtual que ofrece alimentos y bebidas, incluyendo su marca McCafé, y servicios de entretenimiento como conciertos y eventos virtuales. El grupo L'Oreal ha hecho diecisiete solicitudes de registro de varias de sus marcas, como Kiehl's, en áreas de NFT y tiendas y artículos virtuales.

Perece necesario redefinir el alcance de la protección de las marcas. Hermès demandó a la empresa Maison Rothschild al crear confusión entre los consumidores entre "MetaBirkins NFT" y la marca de bolsos registrada de Hermès. Se deberá ver la resolución de este caso que sentará jurisprudencia sobre la protección de la marca.

Sin embargo, se plantea un dilema. ¿Puede ser un programa de inteligencia artificial titular de derechos? ¿Obras de arte sin autoría? La OEPM ha rechazado las invenciones sin inventor de "Dabus".

España es líder en soluciones de inteligencia artificial aplicadas a la defensa de la propiedad industrial e intelectual. Existen numerosas aplicaciones de vigilancia, de la que destacaría Red Points, así como aplicaciones en Aduanas y Administraciones Públicas. Sin embargo, queda espacio para la generación de tecnología para sostener estas soluciones.

Una oportunidad para nuestros emprendedores en áreas tecnológicas: un mercado creciente exponencialmente en el que se incorporarán más pronto que tarde la mayoría de nuestras marcas.

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