
Duro golpe al sector de la distribución
Yolanda Díaz anunció el miércoles que negocia con el PSOE nuevas medidas para contener el impacto de la inflación en la cesta de la compra, entre las que se encuentra topar los precios de los alimentos. La vicepresidenta recupera así una iniciativa que impulsó en septiembre y que entonces fue rechazada por el Gobierno y por el sector. No cabía otra posición ante una medida intervencionista que generaría escasez, al obligar a producir a pérdidas, y que tendría graves consecuencias para toda la cadena alimentaria. Y es que al contrario de lo que Díaz utiliza como argumento, la alta competencia que existe obliga a los supermercados a trabajar con márgenes del 3% aproximadamente. Topar los precios, por tanto, condenaría al sector a los números rojos. Es por ello necesario que se vuelva a vetar esta propuesta electoralista de Díaz y se opte por otras soluciones como bajar el IVA y aplazar los nuevos impuestos, como piden las empresas.
Madrid Nuevo Norte, en grave riesgo
Tras 26 años de retraso, Madrid Nuevo Norte está de nuevo en el aire. La razón de que el mayor desarrollo urbanístico de Europa pueda volver a pararse reside en los recursos presentados por grupos ecologistas sobre los que la Justicia decidirá el próximo 15 de diciembre. Un fallo a favor de dichos recursos haría saltar por los aires un proyecto que parece cumplir con los estándares de sostenibilidad (es similar a Madrid Río) y cuyo impacto económico es incalculable. No en vano, supone la creación de 350.000 empleos y una aportación a la economía nacional de 15.200 millones, el equivalente al 1,3% del PIB. Unas cifras millonarias ahora en riesgo por los intereses de los ecologistas.
La precariedad de los fijos discontinuos
Un año después de la aprobación de la reforma laboral, las sospechas sobre la calidad del empleo y la fiabilidad de los datos oficiales se extienden. Tras la denuncia de los economistas de que Trabajo está revisando los datos de los fijos discontinuos apuntados al paro, ahora es la Seguridad Social la que hace lo propio con la estadística que desgrana las causas de estas bajas. No es una cuestión menor, porque los datos llevan meses mostrando señales inquietantes de la precariedad que encierran unos contratos que la nueva norma ha desnaturalizado hasta convertirlos en sinónimo de temporales.