Los analistas prevén que las ganancias de las cotizadas del Ibex se reduzcan un 13% el año que viene, hasta los 47.500 millones, el mayor tijeretazo en las estimaciones de todos los índices europeos.
Un análisis somero puede conducir al error de considerar que se trata de una previsión negativa. Pero si se profundiza en los detalles, la realidad es muy diferente. Para empezar, el 54% de las compañías del selectivo sí que ven un aumento en sus beneficios. Además, la responsabilidad de la caída global recae sobre los hombres de Repsol y Arcelor, que tras un ejercicio atípico récord regresarán el próximo año a uno más normalizado. De hecho, si se sacan ambas firmas de la ecuación el Ibex se anotaría un ligero avance del 1% en los beneficios de 2023.
